El Instituto Nacional de Salud (INS) de Colombia ha emitido una advertencia sobre un posible aumento en la circulación de virus respiratorios en las próximas semanas. Esta alerta coincide con el primer pico respiratorio del año, que comenzó a finales de mayo y se ha visto agravado por fenómenos climáticos como La Niña.

Según el INS, los cambios bruscos de temperatura y el aumento de las precipitaciones han tenido un impacto significativo, especialmente en áreas urbanas. “Se prevé que los efectos sean más pronunciados en ciudades capitales y municipios con más de 100.000 habitantes”, señala el informe del instituto.

Los grupos más vulnerables ante esta situación incluyen a menores de 5 años, adultos mayores de 60 años y personas con condiciones médicas preexistentes. El INS insta a estos grupos a “reforzar las medidas preventivas y de autocuidado durante el resto del mes de julio”, dado que han mostrado las mayores incidencias durante este periodo.

Aunque se ha observado una disminución en los nuevos casos de COVID-19 comparado con el año anterior, pasando de 44,3 a 38,5 casos por cada 100.000 habitantes desde la tercera semana de junio, la mortalidad sigue siendo preocupante. El 81,2% de los fallecimientos se han registrado en el grupo de adultos mayores, lo que subraya la importancia de fortalecer las campañas de vacunación contra COVID-19 e influenza.

El Sistema de Vigilancia en Salud Pública (SIVIGILA-INS) ha identificado que las ciudades más afectadas durante este pico respiratorio incluyen “Cajicá y Chía en Cundinamarca, Duitama y Sogamoso en Boyacá, Mocoa en Putumayo y Leticia en Amazonas”.

Ante esta situación, las autoridades sanitarias recomiendan mantener las medidas de prevención, como el uso de mascarillas en espacios cerrados, el lavado frecuente de manos y evitar aglomeraciones. Además, se hace un llamado a la población para completar sus esquemas de vacunación y estar atentos a los síntomas respiratorios.