Las disidencias del Estado Mayor Central de las FARC y la delegación de paz del Gobierno colombiano reiniciaron el quinto ciclo de negociaciones en Bogotá, marcado por las tensiones debido a recientes ataques atribuidos a este grupo armado. La mesa de diálogo se instaló el 9 de julio, con la participación de la facción liderada por alias Calarcá, que tiene influencia en regiones como Putumayo, Catatumbo, Caquetá, Magdalena Medio, Bolívar y Norte de Antioquia.

Desde el 13 de marzo, el Gobierno suspendió las conversaciones con la facción comandada por alias Iván Mordisco, que opera principalmente en Cauca, Valle y Nariño, debido a persistentes actos de violencia. La reanudación de los diálogos con la facción de alias Calarcá se produce tras una serie de incidentes que han puesto en duda el respeto al cese al fuego por parte del grupo armado.

El 22 de junio, miembros del bloque Jorge Briceño emitieron amenazas contra excombatientes del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Miravalle, Caquetá, acusándolos de vínculos con la Segunda Marquetalia. Esto llevó a que los firmantes del Acuerdo de Paz de 2016 abandonaran la zona.

El 4 de julio, seis militares murieron tras caer en un campo minado en Valdivia, Antioquia, presuntamente colocado por disidentes del EMC. Este hecho llevó al gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, a solicitar al gobierno nacional que levante el cese al fuego con este grupo.

En esta nueva ronda de negociaciones, se espera abordar temas cruciales como las garantías de protección para la población civil, la transformación de los territorios y la agenda para la terminación del conflicto. El Gobierno también deberá evaluar la viabilidad de prorrogar el cese al fuego con el EMC, el cual caduca el 16 de agosto.

La instalación de esta mesa de diálogo, originalmente prevista para el 20 de junio, se reprogramó para no coincidir con la instalación de la mesa con la Segunda Marquetalia. Ante los constantes ataques del EMC en el suroccidente del país, figuras políticas como el senador Ariel Ávila, presidente de la Comisión de Derechos Humanos, han pedido al Gobierno revisar y posiblemente levantar el cese al fuego en regiones como Huila y Tolima.

“La recomendación al Gobierno es que revise el cese al fuego con el EMC y debería levantarlo en Huila y Tolima. En general, se debe revisar la negociación con el EMC como un todo. Esa es una confederación y de ahí creo que no va a salir nada”, afirmó Ávila.

Laura Bonilla, subdirectora de la Fundación Paz y Reconciliación, señaló que el Estado deberá evaluar su capacidad para manejar múltiples focos de violencia simultáneamente si decide levantar las negociaciones con la facción restante del EMC.