Un deslizamiento en el kiló metro 29 de la vía a La Línea sentido Quindío – Tolima, generado por las fuertes lluvias, ha dejado un tramo cerrado y ha causado problemas de movilidad en la región. El material deslizado ha cubierto la carretera, lo que ha obligado a cerrar el tramo completamente.

Además, el lodo y las piedras también ingresaron a uno de los túneles del tramo conocido Tigrillo Lanudo, lo que ha complicado las labores de los trabajadores de la concesión para retirar los elementos. La situación ha generado un fuerte represamiento de vehículos, principalmente de carga que van hacia el centro del país.

Ante la situación, la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía Quindío, en cabeza del mayor Jairo Pinilla, ha estado adelantando el manejo de tráfico en el sector de Versalles en el municipio de Calarcá. Sin embargo, se ha recomendado a los usuarios tomar la vía alterna por Pereira – Manizales – alto de Letras – Mariquita – Bogotá.

Invías, por su parte, ha desplegado su capacidad técnica y operativa para trabajar a toda marcha en la remoción del material que cayó sobre la carretera y permitir la movilidad segura de los vehículos. Aproximadamente 40 microempresarios de operación y mantenimiento del corredor están colaborando en las labores de limpieza, utilizando 3 retroexcavadoras y 5 volquetas para retirar la tierra y el lodo en el menor tiempo posible.

Sin embargo, pese a los esfuerzos, la atención podría tardar varias horas. Hoy, luego de horas de trabajo, Invías señaló que todavía no hay un horario de apertura de la vía, ya que las labores de remoción del material de arrastre se han complicado y, tras 24 horas de trabajos, solo habían logrado un avance del 40%.

Además, se ha reportado el desborde de la quebrada Patio Bonito en el kilómetro 34, en cercanías del túnel Tucanes, lo que ha tenido más repercusiones en las labores de despeje. La entidad informó que espera disponer de más personal para adelantar el proceso de despeje aún con las nuevas alteraciones.

La situación ha afectado no solo la movilidad en la vía principal, sino también en las vías internas de Calarcá, ya que es paso obligado para llegar al sector de Versalles, donde se origina el corredor vial. Esto ha provocado trancones en el municipio y ha afectado a la población.

Gabriel Marín, de la Asociación Colombiana de Camioneros, destacó que las pérdidas de los camiones de carga también comienzan a tener relevancia, ya que los trancones y cierre de vías afectan económicamente a los transportistas. Además, puntualizó que es necesaria la construcción de la doble calzada Cajamarca- Ibagué con el fin de disminuir las afectaciones que se viven actualmente por la congestión vial y que ocurren a menudo.

Con información de La República