Una estampida mortal se produjo el martes en una reunión religiosa hindú en el norte de la India, causando la muerte de al menos 116 personas y dejando decenas de heridos. El trágico suceso ocurrió en un pueblo del distrito de Hathras, a unos 350 kilómetros al sudoeste de la capital del estado, Lucknow.

La estampida se produjo al finalizar una ceremonia religiosa conocida como “satsang”, en la que miles de devotos se habían congregado para orar colectivamente. Según testigos, varias personas cayeron a una zanja que había a las afueras del recinto, lo que provocó una caída en cadena y que muchos de ellos murieran asfixiados.

Las autoridades han confirmado que el calor y la sensación de asfixia en el interior de una carpa improvisada, en la que se hallaban cientos de personas, podrían haber sido factores determinantes para que se produjera el trágico suceso. Además, se cree que el hacinamiento en el evento, que tenía permiso para albergar a unos 5.000 ciudadanos, pero que contaba con más de 15.000 personas, también contribuyó a la tragedia.

El primer ministro indio, Narendra Modi, ofreció sus condolencias a las familias de los fallecidos y aseguró que el Gobierno federal estaba trabajando con las autoridades estatales para garantizar que los heridos recibieran ayuda. El ministro principal de Uttar Pradesh, Yogi Adityanath, calificó la estampida de “extremadamente triste y desgarradora” y anunció que se presentarían cargos contra los organizadores del evento.

La estampida es solo el último ejemplo de una serie de tragedias similares que han ocurrido en festivales religiosos indios en los últimos años. En 2013, al menos 115 personas murieron aplastadas en un templo hindú en el estado central de Madhya Pradesh, mientras que, en 2011, más de 100 devotos hindúes murieron aplastados en un festival religioso en el estado meridional de Kerala.

Con información de efe y euronews