En un movimiento sin precedentes, al menos 12 empleados de la Administración de Estados Unidos han dimitido en los últimos meses debido al apoyo del presidente Joe Biden a la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza. Los empleados, que incluyen funcionarios del Departamento de Estado, la Fuerza Aérea y la Casa Blanca, han expresado su grave preocupación por la política estadounidense ante la crisis en Gaza.

Entre los empleados que dimitieron se encuentran Josh Paul, quien gestionaba la transferencia de armas a otros países en el Departamento de Estado; Maryam Hassanein, asistente especial en el Departamento de Interior; Anna Del Castillo, subdirectora de la Oficina de Gestión de la Casa Blanca; Mohammed Abu Hashem, sargento primero de la Fuerza Aérea; y Hala Rharrit, diplomática y portavoz en lengua árabe del Departamento de Estado.

Los empleados que dimitieron argumentan que la política de Biden es “un fracaso y una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos”, y que el envío de armamento a Israel convierte al país norteamericano en “cómplice de los asesinatos y la hambruna de la población palestina”. También acusan al Gobierno de “violentar intencionadamente múltiples leyes estadounidenses” y de “distorsionar los hechos y utilizar lagunas jurídicas para mantener el flujo de armas a Israel”.

En un comunicado conjunto, los empleados que dimitieron hicieron un llamamiento a los empleados de la Administración que estén disconformes con la política hacia Gaza a que “levanten su voz” y a que “sigan presionando” para que las cosas cambien. “Somos exfuncionarios del Gobierno de Estados Unidos que renunciamos a nuestros respectivos cargos durante los últimos nueve meses debido a nuestra grave preocupación por la política estadounidense ante la crisis en Gaza”, explicaron.

Con información de wradio