Salomón Fernández Torres, alias ‘El Salomón’, considerado el máximo cabecilla del Tren de Aragua en Bogotá, aterrizó en la base militar de Catam bajo estrictas medidas de seguridad, tras ser aprehendido el 27 de junio en Aguazul, Casanare.

Según las investigaciones, Fernández Torres, de nacionalidad venezolana, es señalado como hombre de confianza de alias ‘Niño Guerrero’, líder supremo del Tren de Aragua y actualmente prófugo de la justicia. Las autoridades indican que ‘El Salomón’ llegó a Colombia en 2019 con el objetivo de expandir las operaciones criminales de la organización en Bogotá y Soacha.

El coronel Elver Vicente Alfonso Sanabria, director del Gaula de la Policía Nacional, detalló los hallazgos del operativo: “En las labores de allanamiento lograron encontrar 4 pasaportes; la información que hemos podido recoger es que pretendía huir del país hacia Estados Unidos o España, lugares donde ya hay presencia de este grupo criminal transnacional”.

Las investigaciones revelan que ‘El Salomón’ desempeñaba un papel crucial en la estructura criminal, siendo el encargado de las finanzas de la organización. Sus actividades ilícitas abarcaban desde extorsiones y secuestros hasta narcotráfico. Además, se le atribuye la orden de múltiples atentados y al menos cuatro homicidios en las localidades de Kennedy y Bosa.

Un aspecto particularmente alarmante de las operaciones de Fernández Torres es su presunta implicación en el tráfico ilegal de personas hacia Estados Unidos a través de la peligrosa Selva del Darién. Este descubrimiento subraya la naturaleza transnacional y diversificada de las actividades del Tren de Aragua.

La captura de ‘El Salomón’ se produce un mes después de un significativo operativo en Bogotá, donde fueron detenidos 27 integrantes del Tren de Aragua. En aquella ocasión, Fernández Torres logró escapar, iniciando una fuga que culminó con su arresto en Casanare.

Actualmente, Salomón Fernández Torres se encuentra recluido en el búnker de la Dijin, donde se espera que proporcione información valiosa para desmantelar aún más las redes criminales transnacionales que operan en Colombia y la región.