Un juez en Texas fijó una fianza de 10 millones de dólares para Franklin José Peña Ramos, uno de los dos venezolanos acusados del asesinato de la niña Jocelyn Nungaray, de 12 años, cuyo cuerpo se encontró en un arroyo en el norte de Houston la semana pasada.

Peña Ramos, de 26 años, fue arrestado el jueves y compareció por primera vez en una corte el lunes. El juez impuso la elevada fianza debido al alto riesgo de fuga del inmigrante, que ha estado bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) desde el día de su arresto.

La niña Jocelyn Nungaray salió de su casa la noche del domingo 16 de junio sin que su madre se diera cuenta. Las autoridades creen que los sospechosos atrajeron a la menor debajo de un puente, donde la retuvieron durante más de dos horas, le quitaron los pantalones, la ataron y la estrangularon antes de arrojar su cuerpo al pantano, donde se le halló la mañana del día siguiente.

La detención de Peña Ramos y su compañero, Johan José Martínez Rangel, de 22 años, se produjo después de que la Policía de Houston divulgara varias imágenes de los dos migrantes hablando con la menor. La muerte de Nungaray ha generado reacciones políticas, incluyendo la retórica antinmigrante de los republicanos y la campaña del expresidente Donald Trump.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo que los asesinos de niños reciben la pena de muerte, al tiempo que cargó nuevamente contra la Administración del presidente, Joe Biden. Se espera que Martínez Rangel se presente en corte el martes y se le imponga una fianza similar.

Con información de EFE