Un hito gastronómico se marcó en Barranquilla, durante la tercera jornada del Festival de la Salchipapa, que atrajo una multitud entusiasta a la Plaza de La Paz para celebrar una de las delicias callejeras más queridas de la región. Desde tempranas horas de la tarde, barranquilleros y visitantes se congregaron para disfrutar y participar en este evento emblemático, reconocido como uno de los más esperados del calendario local.

El punto culminante del festival fue la creación de la salchipapa más grande de Colombia, una hazaña que involucró a 25 marcas locales compitiendo por un lugar en la historia gastronómica de la ciudad. Esta versión gigante del plato típico costeño se extendió a lo largo de 8 metros, incorporando todos los ingredientes característicos que hacen de la salchipapa una delicia callejera inigualable.

Desde salsas caseras hasta costillas jugosas, chicharrón crujiente, papa chongo y chorizo aromático, cada componente fue seleccionado meticulosamente para capturar el auténtico sabor de Barranquilla. El influencer y chef cartagenero Edd Cabarcas, reconocido por sus recetas costeñas, se sumó a la preparación de este gigantesco plato, destacando la importancia cultural y culinaria que la salchipapa representa para la comunidad.

El festival también incluyó una competencia emocionante donde 10 valientes mujeres se enfrentaron a un reto gastronómico: consumir la mayor cantidad de salchipapas en 20 minutos. Cada salchipapa consumida les aseguraba la oportunidad de ganar 100,000 pesos, una motivación que desató la competencia entre las participantes. María, la ganadora del concurso, logró consumir una salchipapa y media, obteniendo así un premio de 150,000 pesos. “Sentí muchas náuseas, pero comí hasta donde pude. Estaba deliciosa la salchipapa y lo mejor es que me llevo 150,000 para mi casa”, compartió María al final del desafío.

El Festival de la Salchipapa no solo destacó por su enfoque en la gastronomía callejera, sino también por su capacidad para unir a la comunidad en torno a una tradición culinaria compartida. Con la participación activa de numerosas familias y la presencia de espectadores de todas las edades, el evento demostró ser un éxito rotundo en su promoción de la identidad local y el disfrute de la buena comida.