El Congreso de la República aprobó la ampliación del cupo de endeudamiento solicitada por el Gobierno del presidente Gustavo Petro. La medida, que eleva el techo total de deuda a US$80.000 millones, fue aprobada en las plenarias del Senado y la Cámara de Representantes durante la última sesión ordinaria del año legislativo, evitando así un posible default y el incumplimiento de los compromisos internacionales de deuda pública.

Alexander López, director de Planeación Nacional, destacó la importancia de esta decisión: “La ampliación del cupo de endeudamiento del país garantizará el correcto funcionamiento del Estado y el presupuesto de inversión que será destinado al cierre de brechas y la transformación territorial”. López enfatizó que se priorizarán inversiones en sectores clave como agua y saneamiento, salud, educación, reforma agraria y transición energética.

La aprobación de este proyecto de ley llega en un momento crítico, ya que José Roberto Acosta, director de crédito público del Ministerio de Hacienda, había advertido sobre las graves consecuencias de no contar con esta ampliación antes del 20 de junio. “Si no se tenía aprobado el cupo de endeudamiento para este 20 de junio, el país podía entrar en default y entrar en cese de pagos de la deuda pública”, había señalado Acosta, subrayando la urgencia de la medida.

Sin embargo, la decisión no estuvo exenta de controversia. La senadora Paola Holguín, del Centro Democrático, expresó su oposición al proyecto: “Votamos negativamente la ampliación de cupo de endeudamiento al Gobierno nacional, porque no entregaron la propuesta de ajuste (recorte de gasto) ni se comprometieron con que el dinero fuera exclusivamente a pago de deuda”. Holguín argumentó que su partido no podía ser “cómplice del derroche, la corrupción y la irresponsabilidad fiscal del Gobierno Petro”.

A pesar de las críticas de la oposición, el Gobierno logró asegurar los votos necesarios para aprobar la ampliación. Este resultado se considera un triunfo significativo para la administración Petro, que ha enfrentado desafíos en la ejecución del Presupuesto General de la Nación y en el cumplimiento de sus metas fiscales.

Es importante destacar que esta ampliación no implica necesariamente un aumento inmediato de la deuda pública, sino que proporciona al Gobierno la flexibilidad necesaria para manejar sus obligaciones financieras y mantener la confianza de los mercados internacionales. Además, se espera que estos recursos adicionales permitan al Gobierno continuar con sus planes de inversión social y desarrollo económico.

La aprobación de este cupo de endeudamiento representa un paso crucial para la estabilidad financiera de Colombia en el corto y mediano plazo. Mientras el Ejecutivo celebra esta victoria legislativa como una muestra de confianza en su programa económico, los críticos advierten sobre la necesidad de una mayor disciplina fiscal. El desafío ahora será utilizar estos recursos de manera eficiente y transparente para impulsar el desarrollo del país sin comprometer su estabilidad financiera a largo plazo.