El exalcalde de Bucaramanga y excandidato presidencial, Rodolfo Hernández, fue sentenciado a 5 años y 3 meses de detención domiciliaria por el escándalo de corrupción conocido como el caso Vitalogic. Además, deberá pagar una multa equivalente a 66 salarios mínimos legales vigentes.

La condena se deriva del delito de interés indebido en la celebración de contratos durante su mandato como alcalde. Hernández presionó para la asignación de un contrato -por un valor de $360 millones- a Jorge Alarcón, el cual correspondía a una consultoría que elaboraría los pliegos de la licitación de la Empresa de Aseo de Bucaramanga (EMAB), para la elección del operador de la nueva tecnología de manejo de desechos sólidos en el relleno sanitario El Carrasco durante los próximos 30 años.

La Fiscalía sustentó el interés indebido en dicho contrato de consultoría, con correos electrónicos enviados por Luis Carlos Hernández, hijo de Rodolfo Hernández, donde hicieron llegar la propuesta de Jorge Alarcón a funcionarios de la Alcaldía de Bucaramanga y de EMAB.

Un juez determinó que Hernández, de 79 años, cumplirá la pena en su residencia debido a su avanzada edad. “Toda vez que Rodolfo es una persona mayor de 79 años y se le concede el beneficio de detención domiciliaria con la pena de 64 meses y una multa de 66 salarios mínimos legales vigentes”, explicó el juez.

Durante la audiencia, el exmandatario manifestó: “Atendieron mi llamado de que me atendiera, tengo cáncer terminal, gracias por haberme dado la oportunidad, donde duele, de todo me esperaba, menos terminar mal, por cosas que no hice, gracias señor juez, muy amables”, dijo Hernández.

Hernández ha reiterado que apelará esta decisión y dijo que iba a dejar que su apoderado actuara de acuerdo con la conformidad del Código Penal: “Señor juez, es suficiente el paso que están dando contra mí, entonces ahí está el apoderado, yo confío en el apoderado, dejémoslo que actúe, ya es suficiente”, acotó.

Hernández, quien se postuló como candidato presidencial en 2022, obteniendo un sorprendente segundo lugar en la primera vuelta electoral, centró su campaña en un discurso anticorrupción, lo que contrasta con su condena por irregularidades en la contratación pública durante su gestión como alcalde.