Luis Alberto Barreto Valencia, de 42 años, sufrió un brutal ataque por parte de sus dos perros pitbull mientras se encontraba en su vivienda. La Policía tuvo que intervenir para neutralizar a los animales y salvar la vida del hombre.

El trágico suceso tuvo lugar la mañana del martes en el barrio Barcelona, ubicado en Puente Aranda, Bogotá. Las autoridades se desplazaron al lugar tras recibir una llamada de emergencia de los vecinos, quienes reportaron gritos de ayuda provenientes de la casa de Barreto. Inicialmente, los vecinos creyeron que se trataba de una riña debido a la intensidad de los gritos.

Al llegar al sitio, los agentes de la Policía encontraron a Luis Alberto Barreto Valencia gravemente herido, con mordidas severas en varias partes de su cuerpo provocadas por sus dos pitbulls, un macho y una hembra. Barreto, originario de Chaparral, Tolima, y su hermana gritaban pidiendo ayuda, pero fue imposible alejar a los animales en ese momento.

Tras varios intentos fallidos de separar a los perros del hombre herido, las autoridades se vieron en la necesidad de disparar a los animales para salvaguardar la vida e integridad de Barreto. Esta decisión fue tomada después de evaluar que cualquier otra intervención ponía en riesgo inminente a la víctima.

Luis Alberto Barreto fue trasladado de inmediato a un centro médico, donde se encuentra recibiendo atención por las heridas de consideración causadas por los perros. El estado de salud del hombre aún es reservado, y se espera un parte médico que informe sobre su evolución.

El ataque ha conmocionado a la comunidad de Puente Aranda. Los vecinos expresaron su sorpresa y consternación, ya que conocían a los perros y no esperaban un comportamiento tan agresivo. Este incidente también ha reavivado el debate sobre la tenencia de perros de razas consideradas peligrosas y las medidas de seguridad necesarias para prevenir estos ataques.

Los ataques de perros, especialmente de razas como los pitbulls, son un tema recurrente en la discusión sobre seguridad y responsabilidad de los propietarios. Es necesario que los dueños de mascotas de razas potencialmente peligrosas tomen medidas preventivas, como entrenar adecuadamente a sus animales y asegurar que vivan en condiciones que minimicen el riesgo de comportamientos agresivos.