Asesinato de sacerdote en Ocaña, Norte de Santander, habría sido por venganza

Por: Maria José Salcedo

6 junio, 2024

Asesinato de sacerdote en Ocaña, Norte de Santander, habría sido por venganza

Una venganza sería el verdadero motivo del asesinato del sacerdote Ramón Arturo Montejo Peinado, ocurrido en Ocaña, Norte de Santander, de acuerdo con las investigaciones que adelanta la Policía, descartando la tésis inicial del robo.

La Policía de Norte de Santander ha capturado a los dos presuntos responsables del asesinato: José Antony Montilla Jovito, de 29 años, y Misael Rodolfo Valdez Pedrosa, de 21 años. Los detenidos rindieron indagatoria ante la Fiscalía, detallando cómo se planeó y ejecutó el homicidio.

Según las investigaciones, el sacerdote Montejo Peinado conocía a Montilla Jovito, con quien había desarrollado una relación de confianza en un negocio de préstamo de dinero. Sin embargo, esta relación se deterioró hasta el punto de que Montilla Jovito se sintió humillado y ultrajado, lo que aparentemente lo llevó a planear el asesinato como venganza.

Montilla Jovito buscó la ayuda de un amigo, Misael Rodolfo Valdez Pedrosa, para llevar a cabo el crimen. Inicialmente planearon asesinar al sacerdote el lunes, pero debido a que Montejo no llegó a una reunión programada, decidieron ejecutar el plan al día siguiente.

El martes, hacia el mediodía, los acusados esperaron a que el sacerdote fuera a recoger su camioneta en un parqueadero del barrio Jesús Cautivo de Ocaña. Al ver al sacerdote, se produjo una discusión, y varias personas en los alrededores escucharon gritos. En un video se observa al sacerdote Montejo Peinado saliendo del parqueadero con la camiseta ensangrentada, buscando ayuda tras ser apuñalado repetidamente.

Pocos segundos después, un vehículo, conducido por Montilla Jovito y con Valdez Pedrosa como copiloto, arrolló al sacerdote al salir en reversa, causándole más heridas antes de huir hacia el barrio San Fermín.

La Policía activó inmediatamente un “Plan Candado” para localizar la camioneta, que fue abandonada en San Fermín. Los sospechosos intentaron evadir a la policía despojándose de sus camisetas y zapatos y huyendo a una zona boscosa. Sin embargo, los uniformados lograron capturar a Montilla Jovito primero, quien fue retenido por la comunidad antes de ser entregado a las autoridades. Minutos después, Valdez Pedrosa también fue capturado.

La Policía recuperó las camisetas ensangrentadas y dos cuchillos, que serán utilizados como pruebas en el juicio contra los detenidos. La Fiscalía se encargará de presentar a los acusados ante un juez para definir su situación jurídica.

El asesinato del sacerdote Ramón Montejo Peinado ha causado un rechazo rotundo en la provincia de Ocaña, donde era muy conocido por su labor comunitaria y su ayuda en la liberación de varios secuestrados en el Catatumbo. Pertenecía a la parroquia San José del corregimiento Buenavista y era delegado de la Iglesia Católica para el mecanismo de verificación de los acuerdos de paz.

Tras el crimen, se llevó a cabo un consejo extraordinario de seguridad en el palacio municipal de Ocaña, con la participación de autoridades civiles, militares y eclesiásticas para esclarecer los hechos. El comandante de la Policía de Norte de Santander, coronel Néstor Arévalo Montenegro, y el secretario de Seguridad del Departamento, coronel (r) George Quintero, expresaron su solidaridad con la comunidad y su compromiso para esclarecer el crimen.

El alcalde de Ocaña, Emiro Cañizares Plata, lamentó profundamente el asesinato y aseguró que las autoridades están trabajando para obtener resultados concretos en la investigación, garantizando el respeto al debido proceso.