En una carta contundente dirigida al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, el expresidente de Colombia, Juan Manuel Santos, expresó su preocupación por la propuesta del presidente Gustavo Petro y del ex canciller Álvaro Leyva de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente utilizando elementos del Acuerdo Final para la terminación del conflicto con las FARC, firmado en noviembre de 2016.

Santos, quien fue presidente durante la firma del Acuerdo y es Premio Nobel de Paz, enfatizó que el Acuerdo no debe ser interpretado como una vía para mecanismos extraconstitucionales. En su misiva, pidió que el Consejo de Seguridad de la ONU garantice la independencia de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) como tribunal de justicia transicional y no como herramienta para amnistías o indultos generales.

“Al transmitirle el Acuerdo Final me referí expresamente al principio de buena fe, de enorme importancia en la interpretación y aplicación del Acuerdo. Lo resalto porque funcionarios y exfuncionarios colombianos le han atribuido a algunos párrafos del Acuerdo un significado que es contrario a su objeto, alcance y finalidad, lo cual es posiblemente incompatible con el principio de buena fe”, subrayó Santos.

La controversia surgió después de que Leyva mencionara que el Acuerdo de Paz incluía un “gran acuerdo nacional” que podría interpretarse como una convocatoria para una Asamblea Nacional Constituyente. Esta interpretación fue apoyada por Leyva en una entrevista con la Revista Semana, donde afirmó que el ex jefe negociador del Gobierno, Humberto de La Calle, conocía esta posibilidad implícita en el Acuerdo.

“Le oí decir la palabra constituyente a de La Calle. Soy testigo”, afirmó Leyva.

El presidente Gustavo Petro ha tenido declaraciones contradictorias sobre este tema. Aunque negó públicamente haber hablado de una Asamblea Nacional Constituyente, en marzo pasado desde Puerto Rellena utilizó el término exacto, afirmando: “Colombia debe ir hacia una Asamblea Nacional Constituyente”.

En una entrevista reciente con la Revista Cambio, Petro reiteró la necesidad de cumplir con el Acuerdo y señaló que el llamado a un “gran acuerdo nacional” no fue una invención suya.

La carta de Santos también advierte sobre la posibilidad de un uso indebido de la JEP, subrayando que el Acuerdo Final no debe ser distorsionado para permitir amnistías, indultos o exoneraciones por crímenes de lesa humanidad y de guerra.

“Nada en el Acuerdo Final puede ser distorsionado para abrir la posibilidad de conceder amnistías, indultos, exoneraciones o perdones por tales crímenes de connotación internacional, mucho menos a los máximos responsables”, afirmó Santos.

Santos solicitó a Guterres que enviara su carta al Consejo de Seguridad de la ONU, que aprobó una resolución para suscribir el Acuerdo de Paz con las FARC en 2016 y delegó a la ONU como verificador de lo pactado. Además, mencionó que los expresidentes de España, Felipe González, y de Uruguay, Pepe Mujica, apoyan el contenido de su carta.