El canciller Luis Gilberto Murillo afirmó que Colombia no cerrará su frontera con Panamá por la crisis migratoria que atraviesa la zona del Tapón del Darién, un terreno selvático y peligroso por donde miles de migrantes intentan llegar a Estados Unidos cada año.

Murillo dijo que, por el contrario, Colombia buscará aplicar un enfoque humanitario para atender a la población migrante que se ve obligada a transitar por esa ruta, en su intento por huir de la violencia y la falta de oportunidades en sus países de origen.

El canciller rechazó las promesas del candidato electo como próximo presidente de Panamá, José Raúl Mulino, quien durante su campaña electoral aseguró que expulsará a los migrantes irregulares que ingresen a territorio panameño y cerraría la frontera.

Según Murillo, Colombia no está de acuerdo con esa postura ya que debe primar un enfoque humanitario para la población que se ve obligada a migrar, dejando todo atrás, escapando de la violencia y la falta de oportunidades.

El Tapón del Darién es una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo debido a las condiciones selváticas, la presencia de grupos armados y de organizaciones delictivas dedicadas al tráfico de personas.

En 2023 se presentó la cifra récord de 520.000 personas, muchos de ellos de nacionalidad venezolana, además cruzaron unos 120.000 niños.