La reciente muerte de Georgia Brooke, una joven británica de 26 años, ha puesto de relieve los peligros asociados con la práctica de la asfixia erótica. Tras la determinación judicial de que Brooke murió asfixiada accidentalmente por su novio durante una relación sexual, su madre expresó su dolor con las palabras: “Te amamos, sigue bailando con los ángeles”.

Un funcionario judicial forense advirtió sobre los riesgos de la asfixia erótica, una práctica que implica obstruir parcialmente la respiración para obtener placer sexual. Aunque habitualmente no tiene un desenlace fatal, esta práctica puede dejar secuelas físicas, cognitivas y psicológicas, según los expertos.

A pesar de los peligros, la asfixia erótica es más común de lo que se piensa, especialmente entre los adultos jóvenes.

Debby Herbenick, una destacada investigadora sobre comportamiento sexual en Estados Unidos, ha detectado un aumento significativo en la práctica de la asfixia erótica entre los jóvenes. En un estudio nacional, Herbenick y su equipo encontraron que un 40% de las mujeres estadounidenses entre 18 y 24 años habían sido asfixiadas durante una relación sexual. En un estudio específico con jóvenes universitarios, un 42% informó haber sido asfixiado.

Herbenick atribuye este aumento a la influencia del porno online y las redes sociales. “Con el porno online, el sexo se ha vuelto más violento entre jóvenes y adolescentes”, explica. La asfixia erótica aparece frecuentemente en la pornografía y también se menciona en redes sociales como TikTok, Instagram y Snapchat, y hasta en las letras de las canciones.

El fácil acceso a la pornografía está contribuyendo a que los jóvenes normalicen prácticas sexuales violentas. Un informe reciente mostró que la edad promedio de acceso a la pornografía es de 12 años, lo que expone a los niños a contenidos que pueden influir en su comportamiento sexual futuro.

Herbenick destaca que el sexo con violencia no era común hace 20 años, y que la generación anterior no creció con teléfonos inteligentes ni redes sociales. Sin embargo, los jóvenes de hoy a menudo practican la asfixia erótica porque creen que es lo normal.

El fallecimiento de Georgia Brooke devela los riesgos asociados con esta práctica, pues mientras que puede aumentar el placer sexual para algunos, también conlleva peligros significativos que pueden resultar en lesiones graves o la muerte.