Cúcuta, la capital del Norte de Santander, se encuentra conmocionada tras el asesinato de tres personas en el barrio Caño Limón. Según la información preliminar, las víctimas se encontraban departiendo en una vivienda cuando dos hombres armados irrumpieron en el lugar.

“Llegan dos sujetos en una motocicleta e impactan directamente contra la humanidad de estas personas. Estas personas fallecen en el lugar de los hechos,” informó el coronel Edgar Andrés Correa, comandante encargado de la Policía de Cúcuta. A pesar de la rápida reacción de la policía, que intentó prestar los primeros auxilios, las víctimas no sobrevivieron.

La Policía de Cúcuta ha iniciado una intensa investigación para esclarecer los hechos. “Ya se adelantan en el lugar de los hechos todos los trabajos de recaudar los videos cercanos a cada lugar de los hechos y tomar las declaraciones de los testigos de los hechos, para, posteriormente, enviar este material probatorio a la Fiscalía General de la Nación,” agregó el coronel Correa.

Se ha activado el plan candado, una estrategia de seguridad que busca cercar el área para evitar la huida de los responsables y facilitar su captura. Además, la Policía solicitó apoyo de personal de policía judicial de la regional de investigación criminal, con el objetivo de llevar las investigaciones a buen término.

Este trágico incidente eleva a cinco el número de muertes violentas en las últimas 48 horas en Cúcuta, intensificando las preocupaciones sobre la seguridad en la región. La ciudad, ubicada en una zona fronteriza crítica con Venezuela, ha sido escenario de diversos actos de violencia en los últimos años, muchos de ellos relacionados con el crimen organizado y el narcotráfico.

Los residentes del barrio Caño Limón y de otras áreas afectadas por la violencia en Cúcuta están profundamente preocupados. La inseguridad ha alterado significativamente la vida diaria de los ciudadanos, quienes demandan una mayor presencia policial y acciones contundentes por parte de las autoridades.

“Estamos viviendo momentos muy difíciles. Necesitamos que la policía y el gobierno hagan algo para detener esta ola de crímenes,” comentó un vecino del barrio Caño Limón, quien prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.

La Fiscalía General de la Nación y las autoridades locales tienen ante sí un reto monumental. La violencia en Cúcuta no solo afecta la seguridad física de sus habitantes, sino que también impacta la economía y el bienestar social de la ciudad.