¿Nuevo foco de corrupción? Ollas comunitarias en el centro del debate
Por: Maria José Salcedo
7 mayo, 2024
Desde Soacha, durante su recorrido por barrios populares, el presidente Gustavo Petro hizo una declaración que ha sacudido los cimientos de la administración pública: la UNGRD (Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres) contrató operadores privados para las ollas comunitarias, en lugar de seguir su instrucción de hacerlo a través de juntas de acción comunal.
Según las palabras del mandatario, la orden clara y directa que él impartió fue desobedecida, lo que ha levantado serias sospechas sobre posibles actos de corrupción en la gestión de recursos públicos. Petro expresó su sorpresa y decepción al descubrir que, en vez de acatar sus directrices, se optó por contratar con entidades privadas, lo que considera una franca desobediencia.
Este anuncio de Petro llega en un momento crítico, ya que coincide con las denuncias realizadas por el actual director de la UNGRD, Carlos Carrillo, quien ha expuesto presuntas irregularidades en un contrato destinado a atender a comunidades afectadas en La Guajira tras el fenómeno de La Niña en 2022.
#Atención | El presidente Gustavo Petro denuncia que la UNGRD, desobedeciendo sus órdenes, contrató las ollas comunitarias con operadores privados y no con juntas de acción comunal, lo que pudo desembocar en corrupción. pic.twitter.com/vTQf4UtkPS
— La FM (@lafm) May 7, 2024
El contrato en cuestión, valorado en 20.400 millones de pesos, tenía como objetivo primordial garantizar el acceso a comida caliente a las comunidades afectadas por la emergencia. Sin embargo, según denuncias, este contrato habría sido otorgado a una asociación sin claras garantías de supervisión y control, lo que genera serias dudas sobre su gestión y ejecución.
El presidente Petro ha enfatizado la importancia de que estos recursos sean manejados de manera transparente y en consonancia con las políticas gubernamentales, especialmente en momentos de crisis como los que enfrenta el país. La estrategia de las “ollas comunitarias” se ha perfilado como un pilar fundamental en la atención a comunidades vulnerables, y cualquier desviación de su propósito inicial es motivo de preocupación y escrutinio.