Un matrimonio de más de dos décadas se encontró inesperadamente disuelto debido a un error cometido por un bufete de abogados en Londres. Lo que comenzó como una simple consulta para establecer una separación de bienes terminó en un divorcio completo y legalmente vinculante tras un fallo administrativo en una plataforma online.

La pareja, que buscaba tramitar acuerdos económicos, se vio sorprendida al descubrir que había sido declarada legalmente soltera después de que un empleado seleccionara incorrectamente una opción en el sistema de tramitación digital del juzgado. A pesar de que el error fue reconocido tan solo dos días después, la decisión fue ratificada por el juez Andrew McFarlane, quien argumentó la importancia de “respetar la certeza y finalidad de una sentencia firme de divorcio”.

Este caso ha capturado la atención del público y ha generado un debate sobre la interacción entre la tecnología y las decisiones legales personales, destacando las potenciales fallas del sistema judicial digital. La abogada del bufete, Ayesha Vardag, criticó vehementemente la resolución, asegurando que “un ordenador no puede y no debería tener la capacidad de disolver un matrimonio por un error”.

Según declaraciones recogidas por ‘The Guardian’, la firma de abogados intentó revertir la decisión, argumentando que el error fue simplemente un mal clic. Sin embargo, el tribunal mantuvo su posición, señalando que el proceso de solicitud de divorcio online implica una serie de pasos y confirmaciones que deberían haber evitado tal error.

Este incidente se viralizó rápidamente en redes sociales, donde los internautas expresaron su sorpresa y preocupación. “Tiene que haber intención por parte de la persona que se divorcia”, insistió Vardag, apelando al principio de intención que subyace en el sistema jurídico inglés.