En medio de la escalada de violencia desatada por las disidencias de las Farc luego del rompimiento del cese al fuego, las autoridades militares lanzan una cruda alerta: estos grupos armados ilegales han logrado fortalecerse y reclutar a gran cantidad de niños y menores indígenas en las zonas cocaleras del Cauca y Nariño.
Así lo reveló el general Erick Rodríguez, comandante del Comando Conjunto Número 2, quien explicó cómo avanzan las operaciones en contra del Estado Mayor Central de las disidencias lideradas por el temido ‘Iván Mordisco’.
“Esta estructura del EMC, durante el último año ha incrementado el reclutamiento de menores, de niños y de indígenas en el Cauca”, denunció Rodríguez, advirtiendo que esta estrategia criminal busca “fortalecer su mecanismo de control social sobre la población, principalmente donde se encuentran los enclaves cocaleros y los cultivos de marihuana”.
Según el alto oficial, detrás de esta ola de violencia está el objetivo de “proteger la economía ilícita del narcotráfico” en una región estratégica donde “hay cerca de 59.000 hectáreas de coca sembradas”.
“En donde estas esas hectáreas, hay por lo menos 6 enclaves cocaleros que es donde el cultivo es extensivo y el monto de la producción permite una pseudo-industrialización. Estas son áreas de altísimo valor para las disidencias, áreas ideales para que se enquisten”, lamentó Rodríguez.
Y es que una vez se apoderan de estas zonas de cultivos ilícitos, las disidencias imponen un férreo “control social” sobre las comunidades campesinas e indígenas.
“Son los únicos compradores de la hoja de coca. Una vez llevan la posición dominante, ejercen un control social sobre la población, que hacen que sean su principal fuente de niños para el reclutamiento, para criminalizarlos”, explicó el general.
Este modus operandi les ha permitido incluso cooptar “todas las organizaciones sociales y las juntas de acción comunal, decidiendo quién debe quedar de presidente”. De esta manera, las disidencias “controlan el desplazamiento de los campesinos y les dicen cuándo pueden ir a los pueblos a comprar”.
La realidad se vuelve aún más cruda al conocer los recientes hechos de violencia desatados por estos grupos, como la emboscada del pasado viernes 5 de abril en Piendamó, Cauca, donde un policía fue asesinado y otros ocho uniformados y civiles resultaron heridos.
“Durante las últimas 36 horas se ha registrado un incremento de hechos de terrorismo, adelantados por el Estado Mayor Central de las Farc. Son una retaliación a las operaciones ofensivas que se han venido adelantando desde el 20 de marzo, fecha en que se suspendió el cese al fuego”, lamentó Rodríguez.
Pese a los esfuerzos de la Fuerza Pública, el general admitió que “sí hay un fortalecimiento de las disidencias de las Farc de ‘Iván Mordisco’” en la región, alentadas por los cuantiosos recursos que obtienen del narcotráfico y su sistemática violación de los derechos humanos y la vinculación de menores a sus filas criminales.
Una cruda realidad que exige una contundente respuesta de las autoridades para liberar a estas comunidades del yugo de la violencia y el narcotráfico.