Las autoridades nacionales y distritales se han visto obligadas a tomar medidas ante la crítica situación de los embalses en el país, causada por la falta de lluvias y el impacto del fenómeno de El Niño. El bajo nivel de los embalses, que representan cerca del 70% de la generación de energía hidroeléctrica en Colombia, ha encendido las alarmas en el sector energético y en las administraciones locales.

El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, reconoció que la situación de los embalses en la capital es crítica, a pesar de las campañas de ahorro de agua promovidas desde enero. Galán anunció que se reunirá con la Presidencia de la República este jueves para definir medidas que ayuden a mitigar el impacto de la sequía.

Por su parte, la gerente general del Acueducto de Bogotá, Natasha Avendaño, advirtió sobre la necesidad de implementar medidas restrictivas. Según los datos presentados, el embalse Chuza se encuentra por debajo del 18% de su capacidad, mientras que el Sistema Agregado Norte está por debajo del 55%.

Esta situación crítica se produce en un contexto en el que la operadora XM, encargada de la operación y planeación de recursos energéticos en el país, ha emitido una carta de recomendaciones y alerta al Gobierno Nacional. En ella, se destaca que la demanda de energía en el país ha crecido un 8,31%, mientras que el volumen de los embalses ha disminuido hasta el 31,86% a nivel nacional.

Ante este panorama, las autoridades se ven obligadas a tomar medidas urgentes para garantizar el suministro de energía y evitar afectaciones en la prestación del servicio. La sequía prolongada y el impacto del fenómeno de El Niño han puesto en jaque al sector energético colombiano, que depende en gran medida de las fuentes hídricas.