Derecho de petición: ¿Cómo ejercerlo correctamente?
Por: Maria José Salcedo
21 marzo, 2024
Según lo establecido en la Constitución Política y la Ley 1755 de 2015, todo ciudadano tiene el derecho de hacer peticiones y recibir una respuesta pronta y completa. Pero, ¿qué implica realmente este derecho y cómo se puede ejercer de manera efectiva?
El derecho de petición es la facultad que tiene toda persona para presentar solicitudes respetuosas ante las autoridades o entidades, ya sea por motivos de interés general o particular. Este derecho puede utilizarse para una variedad de propósitos, como solicitar información, pedir servicios, presentar quejas o sugerir mejoras en el servicio.
Es importante saber a quién dirigir la petición. Puede ser dirigida a cualquier entidad pública, empresa privada, asociación u organización, e incluso a personas naturales si tienen una posición dominante en el asunto.
Para presentar un derecho de petición, no es necesario contar con la asesoría de un abogado. Se puede hacer verbalmente o por escrito, pero en este último caso, es esencial incluir ciertos elementos como la identificación de la entidad o persona a quien va dirigida la petición, los datos personales del solicitante, una explicación clara de lo solicitado, los motivos de la petición, y una dirección física o correo electrónico para recibir la respuesta. Además, se pueden adjuntar documentos relevantes que respalden la solicitud.
La petición se puede presentar de diversas formas: por correo electrónico, a través de la página web de la entidad, mediante mensajería o entregándola directamente en los puntos de atención presencial. Incluso, en casos de petición verbal, se puede realizar presencialmente o telefónicamente, solicitando una constancia de la misma.
Es importante tener en cuenta los tiempos de respuesta establecidos por la ley: 15 días para quejas y reclamos, 10 días para solicitudes de información y 30 días para consultas.
En resumen, el derecho de petición es una herramienta fundamental para los ciudadanos que deseen hacer valer sus derechos o expresar sus inquietudes ante las autoridades o entidades pertinentes. Conocer cómo ejercer este derecho de manera adecuada puede garantizar una respuesta oportuna y efectiva a las solicitudes presentadas.