El Tribunal de Justicia y Paz de Bogotá ha concedido la libertad condicional al exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, quien regresó a Colombia el 27 de febrero, tras haber cumplido una condena por narcotráfico en Estados Unidos. Sin embargo, esta decisión está sujeta a la resolución final de la Corte Constitucional, que será la instancia encargada de dirimir el conflicto generado por las diferentes opiniones entre las instancias judiciales.

Durante la audiencia destinada a definir su libertad, el magistrado José Manuel Bernal Parra de Justicia y Paz destacó la competencia del tribunal para continuar con el proceso judicial, a pesar de la decisión de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de acoger a Mancuso. En este sentido, resaltó que la actividad judicial, tanto en Justicia y Paz como en la JEP, no puede ser desplazada ni clausurada.

El Tribunal Superior de Bogotá solicitó a la Corte Constitucional que resuelva el conflicto generado por las discrepancias entre las instancias judiciales del país. El magistrado Parra enfatizó la importancia de evitar una colisión de competencias entre la Jurisdicción Especial para la Paz y el Tribunal de Justicia y Paz de Bogotá, señalando a la Corte Constitucional como la instancia adecuada para resolver esta situación.

Esta solicitud se da en un contexto en el que el tribunal de Justicia y Paz de Barranquilla había negado previamente la libertad a Salvatore Mancuso y remitido el caso a la Corte Suprema de Justicia, debido a las múltiples órdenes judiciales que reposaban en ese tribunal.

La decisión del Tribunal de Justicia y Paz de Bogotá de conceder la libertad condicional a Salvatore Mancuso ha generado debate y expectativa en el ámbito judicial colombiano, mientras se espera una resolución definitiva por parte de la Corte Constitucional respecto al conflicto de competencias entre las diferentes instancias judiciales del país.