Alejandra Quiñónez, una joven de Cúcuta, denunció haber sido víctima de una salvaje agresión física por parte de un deportista de la Liga de Fútbol Sala de Norte de Santander y su compañera sentimental en las últimas horas.

Según relató la víctima en redes sociales, el violento ataque se desencadenó el pasado sábasdo luego de que ella saludara al perro de la pareja con el apodo “Firulais”, lo que aparentemente ofendió a los agresores.

“El tipo me empuja y su novia me golpea, me aruña la cara, me agarra del pelo mientras el valiente novio me da puños en senos, costillas, cabeza y cuello”, narró Quiñónez sobre la agresión en un establecimiento de la avenida del Río.

La joven quedó con múltiples lesiones y fue trasladada a una clínica, mientras que los hechos han generado indignación en la ciudadanía cucuteña y el rechazo de organismos de derechos humanos.

Los abogados José Jaimes y Jhoan Hernández tomaron el caso y aseguraron que cuentan con videos y fotos que evidencian “la agresión brutal” contra Quiñónez por parte del futbolista profesional y su pareja.

“Se reprocha que personas que representen a Cúcuta tengan estos actos de intolerancia, más en contra de la mujer”, expresaron los juristas, que buscarán que los agresores comparezcan ante la justicia.

Aunque la identidad del deportista aún no se ha revelado, se conoce que pertenece al equipo de fútbol sala de la ciudad y hace parte de la Liga local de esta disciplina.

El caso de violencia contra Alejandra Quiñónez reaviva el debate sobre la intolerancia y los actos violentos de figuras públicas y deportistas en Norte de Santander.

¿Cómo es posible que en #Cúcuta una mujer no pueda salir a disfrutar sin el miedo a que atenten contra su vida? No vamos a normalizar ningún tipo violencia, por eso hago un llamado a todos los entes de control, para que afronten las consecuencias los culpables de esta situación. pic.twitter.com/g2ZoOUGvAt

— LEONARDO JÁCOME (@Soyleojacome_) March 3, 2024

En tanto, en las últimas horas, el club de fútbol sala emitió un comunicado en el que rechaza que el sujeto involucrado en la pelea y señalado como uno de los principales agresores de la joven, sea integrante de la organización deportiva.