Tras un prolongado proceso, Suecia finalmente se unirá a la OTAN luego de que el Parlamento de Hungría aprobara su ingreso, superando la oposición del primer ministro Viktor Orbán, quien históricamente ha mantenido relaciones cordiales con Rusia.

La votación a favor de la adhesión sueca en Budapest fue abrumadora, con solo seis votos en contra provenientes de un partido de extrema derecha. Esto despeja el camino para la entrada formal de Suecia en la alianza militar, eliminando el último obstáculo luego de 19 meses de bloqueo por parte de Hungría.

La guerra en Ucrania alteró el equilibrio de poder entre Occidente y Rusia, llevando a Suecia a buscar protección en la OTAN para contrarrestar la influencia rusa en la región báltica.

Orbán, quien ha mostrado cercanía con Putin, se había resistido a la membresía sueca. Pero finalmente cedió tras la visita del primer ministro sueco a Budapest, donde se anunciaron acuerdos en materia de defensa; donde Suecia proporcionará a Hungría cuatro aviones Gripen de fabricación sueca y además, abrirá un centro de investigación de inteligencia artificial en territorio húngaro.

Con la adhesión, la OTAN consolidará su presencia militar en el Báltico, limitando la capacidad de Rusia en el área. Moscú ya advirtió que adoptará contramedidas técnico-militares ante lo que considera una movida agresiva de la alianza occidental.