“Yo no se la consulté sino a mi conciencia. […] Yo, como representante legal del Fondo Rotatorio, tenía la autonomía suficiente para tomar la decisión”, así lo señaló José Antonio Salazar, quien recientemente fue destituido por el presidente Gustavo Petro de su cargo como secretario general de la Cancillería tras la polémica adjudicación del contrato de pasaportes a Thomas Greg & Sons.

Salazar compartió detalles y argumentos sobre su participación en este proceso a los medios de comunicación, reiterando su autonomía, por lo que no consultó su decisión con el canciller (e) Luis Gilberto Murillo y mucho menos con el presidente Gustavo Petro. “Yo no recibo instrucciones distintas a la de cumplir con la ley, yo no consulté con el embajador o el señor ministro Luis Gilberto Murillo. Él me delegó las funciones como representante del Fondo Rotatorio”, señaló Salazar, agregando que tampoco lo consultó con el doctor Álvaro Leyva “porque está suspendido el ejercicio de sus funciones”.

La decisión de revocar la licitación previamente declarada desierta por el canciller Álvaro Leyva fue uno de los puntos clave que explicó Salazar. “Ese proceso estaba con el informe de evaluación final y la recomendación de adjudicar el contrato. Al regresar, yo tomé la decisión de adjudicar el contrato, atendiendo las recomendaciones del comité de evaluación. No encontré ningún motivo para apartarme de esa recomendación del comité de evaluación”, subrayó.

Al preguntarle sobre la razón detrás de su decisión de adjudicar el contrato a Thomas Greg & Sons, Salazar afirmó: “Porque esa es la conclusión normal de un proceso de licitación que se adelantó con todas las formalidades legales, de acuerdo con las leyes de contratación y los principios que rigen la contratación estatal”.

“No estoy apegado al cargo”

Respecto a su destitución, Salazar expresó: “Acepto la decisión del señor presidente porque yo no me voy a poner a anclar una discusión con el jefe de Estado. No estoy apegado al cargo”. No obstante, rechazó las acusaciones de traición por parte del presidente Petro: “Yo soy, primero que todo, un hombre leal y soy un hombre recto. Y siempre extraño esas afirmaciones del señor presidente, pero no voy a entrar en controversia con el señor presidente.”

En cuanto a una presunta relación con Thomas Greg & Sons, Salazar afirmó enfáticamente: “En absoluto ninguna. Y le manifiesto al respecto que me someto si es necesario a la prueba de polígrafo para cualquier efecto.”

Añadió que actuó dentro de los límites de la ley y con el propósito de preservar los intereses nacionales. “Lo hice con el conocimiento jurídico que tengo y con el propósito noble de prestarle un servicio al país, de resolver los problemas que se han presentado a raíz de la licitación para garantizar a los colombianos que tengan su pasaporte y para salvar intereses nacionales y preservar al estado de condenas por detrimento patrimonial”, detalló.

En cuanto a la suspensión de la nueva licitación, Salazar aclaró: “La licitación no se ha abierto. En el estado que está ese trámite no hay ningún problema, queda fallido porque no hay la necesidad del contrato. Para celebrar un contrato es necesario justificar su necesidad.”

También abordó el futuro del proceso de licitación y las posibles repercusiones legales, pues, con su decisión no solo “cesaron completamente las causas que invocó la Procuraduría” para disponer la suspensión del canciller Álvaro Leyva, sino que la demanda que había presentado Thomas Greg queda sin efectos de manera “inmediata” y el Estado no tendrá ningún detenimiento patrimonial.

“Hay garantías para los colombianos de que habrá pasaportes. La demanda que pretendía hacer Thomas Greg cae de su peso porque ya el tribunal no va a revisar un acto que desapareció del ordenamiento jurídico y cesan las causas que suspendieron al señor ministro”, concluyó Salazar.