El ministro de Transporte, William Camargo, explicó los pormenores del nuevo esquema de financiamiento de infraestructura vial que incluye cobro de valorización predial y un posible aumento en los peajes. Destacó que se busca más equidad y sostenibilidad.

La valorización predial iniciará en mayo en la ruta Barranquilla-Cartagena y luego cada 3 meses se expandirá a otros corredores nacionales. Mediante este cobro se distribuirán los costos de construcción y operación vial entre predios beneficiados por las obras.

Se conformará además un Fondo con diferentes fuentes para financiar proyectos de infraestructura vial, férrea, aeroportuaria y otros, tanto públicos como privados.

La valorización se aplicará a todo tipo de iniciativas de este estilo que incrementen el valor de las propiedades por su cercanía o conexión.

Sobre el posible alza de peajes desde julio, el ministro Camargo indicó que aún no hay decisión, pues se evalúa balancear compromisos contractuales con la capacidad de pago de los usuarios.

Reconoció que el actual esquema de peajes ha despertado fuertes tensiones sociales por sus elevadas tarifas en algunas vías.

Los cambios en la financiación vial buscan dar mayor sostenibilidad, equidad entre los beneficiarios y legitimidad social a este sensible tema.

Con la valorización se distribuye el costo entre un universo mayor de beneficiados, disminuyendo la carga para los usuarios frecuentes de las vías.

El ministro Camargo explicó que la nueva política reducirá la brecha en infraestructura con soluciones financieras de largo plazo, sin necesidad de aumentar impuestos o el déficit fiscal.

Se espera que el Congreso respalde este ambicioso paquete de reformas para modernizar la infraestructura del país con reglas más justas y eficientes.

Los gremios y expertos celebraron los lineamientos presentados por considerar que fortalecerán la competitividad regional con redes viales de calidad. Asimismo, destacaron la búsqueda de consensos para esta sensible transformación.

Pasar de un esquema basado exclusivamente en los peajes a un modelo mixto de fuentes solventes, permitirá construir las obras que requiere Colombia para su desarrollo.