William Camargo, ministro de Transporte, anunció la cancelación del proyecto Autopistas del Caribe, Ruta Caribe 2, valorado en más de 4 billones de pesos, debido a la insuficiencia de recursos para su financiamiento.

La iniciativa, que buscaba mejorar la conectividad entre los departamentos de Bolívar y Atlántico mediante la intervención de aproximadamente 253 kilómetros de la vía Cordialidad, se vio truncada por la imposibilidad de alcanzar el cierre financiero necesario para su ejecución.

Un desbalance en el recaudo de peajes, especialmente el de Turbaco, generó un déficit financiero significativo que impidió la viabilidad del proyecto. La concesión dependía exclusivamente de los fondos de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y no logró captar inversión propia.

Tras conocerse la decisión, la Concesión Autopistas del Caribe expresó su preocupación por las consecuencias negativas para el futuro del sector infraestructura en Colombia. La firma lamentó la pérdida de más de 7 mil puestos de trabajo formales en el pico de la construcción, las compras en bienes y servicios, y las actividades sociales que apoyan y generan bienestar a las comunidades de la región.

En 2022, la Concesión y la ANI trabajaron en una propuesta para solucionar el problema financiero relacionado con el peaje de Turbaco, contemplando un esquema de tarifas diferenciales y la inversión en obras de infraestructura pública por un valor de 25 mil millones de pesos. Sin embargo, esta iniciativa fue rechazada por el Comité No Más Peaje y representantes del gobierno del exalcalde Guillermo Torres.

La Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI) pidió aclaraciones sobre las afirmaciones del ministro de Transporte, sugiriendo que la falta de cierre financiero se debió a la ausencia de autoridad de los gobernantes locales. Además, la CCI destacó que la cancelación afectaría a los usuarios del corredor de carga, quienes seguirían pagando peajes sin garantía de mantenimiento y expansión de la vía.

Ante esta situación, el Instituto Nacional de Vías (Invías) asumirá el desarrollo futuro de las obras, mientras se reevalúa el modelo financiero originalmente propuesto basado en el sistema de peajes. Se deberá crear un nuevo esquema para llevar a cabo la mejora de las infraestructuras de manera efectiva y sustentable.