El presidente Gustavo Petro encendió las alarmas al afirmar que el país está “al borde del colapso financiero” debido a que el presupuesto nacional se ha convertido en un “sistema de transferencias de recursos públicos a los más ricos”.

En un mensaje en redes sociales, el mandatario señaló que la “extrema derecha” estaría “saboteando” su proyecto de gobierno para mantener la intermediación financiera privada y aumentar los dineros públicos dirigidos a ese sector.

Petro puso como ejemplo las transferencias a las EPS y fondos privados de pensiones, “también agotados”, así como el déficit de las comercializadoras eléctricas, del Fondo de Estabilización de Combustibles y el “gran déficit presupuestario”.

El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, reconoció la compleja situación, al indicar que se han encontrado con una serie de “deudas históricas” que están pidiendo solución.

“La más importante es el déficit del fondo de estabilización de precios de los combustibles. Eso le costó al Estado $36 billones en 2023 y hay que pagar otros $20 billones de déficit en 2024”, admitió Bonilla.

Si bien el jefe de la cartera de Hacienda matizó que el país no está técnicamente en quiebra o cerca de ella, sí reconoció que el margen de maniobra fiscal se está reduciendo cada vez más.

Las declaraciones del Ejecutivo avivan el debate en el Congreso, donde cursa una polémica reforma a la salud que el Gobierno petrista considera clave para financiar el sistema sanitario.