Un nuevo hecho de violencia conmociona al Huila. Una pareja de esposos que se movilizaba en motocicleta fue asesinada luego de que miembros de las disidencias de las Farc les ordenaran detenerse en un retén ilegal y ellos hicieran caso omiso.

Los hechos ocurrieron el sábado en la vía entre La Plata y Inzá, en jurisdicción de la vereda Getzén. Cuando se aproximaban al retén impuesto por los criminales, estos exigieron al conductor, Rubén Darío Castro de 61 años, que se detuviera.

Sin embargo, Castro siguió su camino junto a su esposa Adela Chirlo Pardo de 53 años. Ante esto, los integrantes del grupo armado habrían abierto fuego de forma indiscriminada contra la pareja, quitándoles la vida en el lugar.

Ambos eran reconocidos comerciantes y ganaderos de la zona, aunque contaban con algunos antecedentes penales. El Ejército Nacional y el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía ya están recolectando todas las pruebas necesarias para establecer lo ocurrido en el lugar. Las autoridades señalaron que el frente Ismael Ruiz de la columna móvil Dagoberto Ramos de disidencias de las FARC tendrían responsabilidad en este crimen.

Ya habían impuesto un “manual de convivencia” en La Plata

A pesar del aumento de la presencia militar en la zona rural de La Plata, los habitantes continúan siendo influenciados y amenazados por estas disidencias de las FARC, específicamente el frente Ismael Ruiz. En el mes de diciembre, en el polideportivo de la vereda Santa Marta, las disidencias de las FARC lideraron una convocatoria que reunió a residentes de La Plata, así como de La Argentina y Oporapa. Aunque no hubo presencia directa de hombres armados, la reunión fue organizada por las disidencias y contó con la participación de comunidades locales.

Durante la reunión, se socializaron supuestas normas de convivencia impuestas por el grupo disidente, que incluyen multas. El coronel Pedro Pablo León, comandante de la Novena Brigada, reveló que estas “multas” son, en realidad, extorsiones. Por ejemplo, se cobrarían $10 millones a quien arroje basura cerca de una fuente de agua, $2 millones a quienes no tengan pozo séptico, y $2 millones a aquellos que tengan galpones cerca de las viviendas.

La situación destaca la presión constante que ejercen las disidencias de las FARC en algunas áreas rurales de Colombia, incluso en medio de los esfuerzos del gobierno para contrarrestar su influencia y proteger a las comunidades locales.