Cada vez más personas están optando por la moda sostenible, conscientes del impacto ambiental y social de la industria textil tradicional. Sin embargo, esta elección viene acompañada de un precio que va más allá del valor monetario de las prendas.

Según un informe reciente de la ONU, la moda sostenible representa una alternativa clave para reducir el impacto negativo en el medio ambiente y disminuir las emisiones de carbono. Marcas como Paréntesis, Madre Tierra, Circular Brand y Amaria están liderando esta transformación, utilizando materiales orgánicos certificados y promoviendo la economía circular en sus procesos de producción.

Pero, ¿cuánto cuesta vestirse con prendas de marcas sostenibles? Los precios pueden ser significativamente más altos que los de la moda convencional. Por ejemplo, una simple camiseta de algodón orgánico puede costar entre $80.000 y $120.000, mientras que unos pantalones en cáñamo y dril recuperado pueden llegar a los $230.000.

Para un outfit completo, que incluya prendas sostenibles desde la cabeza hasta los pies, el costo puede ascender rápidamente. En el caso de Madre Tierra, un outfit completo puede llegar a costar entre $360.000 y $420.000, mientras que en Circular Brand el precio rondaría los $525.000.

Aunque estos precios pueden parecer elevados en comparación con la moda convencional, es importante considerar el valor agregado que ofrecen estas prendas. Además de su impacto ambiental positivo, las marcas sostenibles también se preocupan por lo social, destinando parte de sus ventas a proyectos de conservación ambiental o a apoyar causas sociales.

Vestirse con prendas de marcas sostenibles no solo es una declaración de estilo, sino también un acto de conciencia y responsabilidad. Cada compra representa un voto a favor de un modelo de negocio más ético y sostenible, que busca un equilibrio entre la moda y el respeto por el planeta.

María del Mar Mesa, creadora de Amaria, explicó que cuando se habla de marcas sostenibles, la gente solo piensa en tela reciclada, pero esto va más allá, pues incluye la parte social y económica, así por ejemplo, Terra, marca de moda, inició una alianza con WWF Colombia, que incluye que por la venta de cada una de las piezas vendidas donaban un porcentaje para la protección y preservación de una especie de peligro en extinción. “Luego empezamos a destinar el dinero a otras fundaciones, no solo en lo ambiental, sino también apoyando causas sociales”, dijo Sofía Arias, CEO de Terra al diario La República.