En las rondas de votación para elegir al próximo fiscal general de la nación, la abogada y exfiscal Amelia Pérez ha destacado como la candidata líder. Sin embargo, su favoritismo podría verse empañado por su edad.

La ley 1821 de 2016 establece que los funcionarios judiciales no pueden ejercer después de cumplir los 70 años debido a la presunción de que sus facultades disminuyen. Aunque esta normativa no se aplica a los funcionarios elegidos por voto popular o a los magistrados, sí afecta a los fiscales generales, quienes están sujetos al “retiro forzoso”.

Según explicó el expresidente del Consejo de Estado, Gustavo Gómez Aranguren, Amelia Pérez está próxima a cumplir los 70 años. Si fuera elegida por la Corte Suprema, solo podría ejercer como fiscal hasta alcanzar esa edad.

“Iniciar nuevamente el proceso” implicaría que, una vez Pérez alcance los 70 años, el presidente en turno deberá presentar una nueva terna a la Corte Suprema para elegir un nuevo fiscal.

Sin embargo, hay discrepancias sobre la duración del mandato del nuevo fiscal. Mientras que Gómez sugiere que el nuevo fiscal tendría un mandato completo de cuatro años, el abogado Francisco Bernate argumenta que si una ternada alcanza la edad de retiro forzoso durante su mandato, debería abandonar el cargo y su sucesor completaría el período.

Para Bernate, si una candidata alcanza la edad de retiro forzoso durante su mandato, su sucesor solo completaría el período restante. Esto se ilustra con el caso del primer fiscal general, Gustavo de Greiff, quien asumió a los 63 años y fue reemplazado por Alfonso Valdivieso al cumplir los 65.

Desde el punto de vista normativo, la elección de una candidata cercana a la edad de retiro forzoso es legal. Sin embargo, desde el punto de vista político, podría interpretarse como un intento de postular a una fiscal por un período reducido. La decisión final recae en la Corte Suprema, que examinará todos los detalles antes de tomar una determinación.