Tren de Aragua busca recuperar zonas arrebatadas por banda de Satanás: “La policía no volvió”
Por: Maria José Salcedo
12 febrero, 2024
El líder conocido como Niño Guerrero, al mando del grupo criminal Tren de Aragua, ha desatado una nueva ola de preocupación en Colombia. Informes recientes indican que este grupo está desplegando operativos en Bogotá con el objetivo de retomar al menos 14 áreas que habían sido tomadas por la banda liderada por alias Satanás y sus secuaces.
Según fuentes policiales, Niño Guerrero ha ordenado a su banda recuperar el control de diversos puntos estratégicos en la capital colombiana, incluyendo bares, pagadiarios y otros lugares desde donde operan actividades delictivas. Esta acción ha generado una alerta máxima entre las autoridades locales, quienes están intensificando sus esfuerzos para contener esta situación.
El General José Daniel Gualdrón, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, ha manifestado que uno de los principales negocios ilícitos de estos criminales está relacionado con la explotación sexual de adolescentes y mujeres. De acuerdo con sus declaraciones, el grupo criminal perfila a jóvenes para ofrecerlas como acompañantes o inducirlas a trabajar en establecimientos comerciales bajo condiciones de explotación.
Además de la explotación sexual, el Tren de Aragua también se involucra en extorsiones a comerciantes en varias zonas de Bogotá, como Bosa, Santa Fe, Chapinero y Kennedy. Las víctimas han reportado que los criminales se identifican como miembros del Tren de Aragua o de la banda de Satanás, imponiendo cuotas y amenazando a quienes se niegan a cumplir con sus exigencias.
El descaro con el que operan estos grupos delictivos es evidente, según testimonios de las víctimas. Algunos mencionan que la presencia policial en las áreas afectadas ha disminuido significativamente, lo que ha permitido que los criminales actúen con mayor impunidad.
Comerciantes en Bosa, chapinero y Kennedy aseguran que Los de Satanás y del Tren de Aragua son los mismos.
“… cada establecimiento tiene una cuota distinta entre la gente ya sabe que tienen un link y consignan allí, han llegado al máximo descaro y ellos entran a x establecimiento y piden una gaseosa un jugo o qué se yo, algo de tomar y pues se da de cuenta uno, es porque ellos hablan como si nada o sea empiezan a hablar de X persona no pagó, si pagó, vaya búsquelo… no, seguimos solos porque ni siquiera la policía volvió o sea por lo menos antes uno los veía y uno pasaba en las esquinas veía uno la policía”
Las autoridades advierten que, tras la captura de alias Satanás y sus secuaces, el Tren de Aragua ha aprovechado para expandir su influencia en diferentes localidades de Bogotá. Se cree que Niño Guerrero ha reclutado tanto hombres como mujeres en Venezuela para fortalecer su presencia en la capital colombiana.
El objetivo final de esta banda criminal es recuperar a sangre y fuego el centro de operaciones que anteriormente pertenecía a la banda de Satanás, ubicado en el sector de El Amparo, en Kennedy. Según investigaciones, este lugar es estratégico debido al aumento de la población venezolana y la facilidad para llevar a cabo actividades delictivas.
El General Gualdrón destaca que el Tren de Aragua ha encontrado atractivas las zonas de bares, prostitución, pagadiarios y hostales, donde pueden generar importantes ingresos a través de la extorsión y el microtráfico de drogas.
En este contexto, las autoridades colombianas están redoblando esfuerzos para enfrentar esta amenaza criminal y proteger a la población vulnerable que se ve afectada por estas actividades ilícitas.
Seis cabecillas del Tren de Aragua se estarían disputando la venta de droga en Bogotá
Seis cabecillas del Tren de Aragua están protagonizando una disputa por el control del mercado de drogas en Bogotá, según información obtenida por El Tiempo. Al parecer, residuos de grupos como los ‘Maracuchos’ y ‘Los Camilos’ están organizándose para enfrentarse al Tren de Aragua en el territorio.
Esta situación ha surgido después de la reciente fuga de un líder criminal venezolano conocido como alias ‘Niño Guerrero’, perteneciente al Tren de Aragua, lo que ha generado nuevas investigaciones sobre las actividades delictivas de esta organización, originaria de Caracas.
La fuga, que tuvo lugar en septiembre desde la prisión de Tocorón, Venezuela, ha expuesto la estructura operativa de la banda, ahora con acciones directas en la capital venezolana.
La violencia asociada a esta organización ha tomado un giro macabro, como lo evidencian los recientes crímenes ocurridos en un bar de Chapinero, donde cuatro individuos fueron desmembrados y sus restos encontrados en 14 bolsas distribuidas por varias localidades de Bogotá. Las autoridades han relacionado estos actos con órdenes provenientes de ‘Niño Guerrero’.
En respuesta a la presencia del Tren de Aragua en Bogotá, ha surgido una nueva facción criminal, el ‘nuevo Tren de Aragua’, compuesto por remanentes de grupos extintos como ‘Camilos’, ‘Maracuchos’, ‘Satanás’, entre otros. Esta organización está enfrentándose directamente a su contraparte venezolana por el control de actividades ilícitas en diferentes localidades de la capital colombiana.
La ausencia de un líder dominante en las organizaciones criminales ha exacerbado la violencia, generando una disputa entre células del Tren de Aragua por el control de actividades ilegales en la ciudad. Seis individuos han emergido como figuras cruciales en este conflicto, entre ellos ‘Mayeya’, ‘Ósmer’, ‘Brayan la 38’, ‘Brayan Bogotá’ y ‘Satanás’.
Las autoridades colombianas están concentrando sus esfuerzos en desentrañar las conexiones y el funcionamiento interno de estos grupos, así como en la identificación y captura de los sujetos involucrados. La violencia atribuida al Tren de Aragua se ha proyectado en Bogotá, lo que subraya la complejidad y el dinamismo del crimen organizado en la región.
La emergencia de nuevas facciones criminales y la disputa por el control del mercado ilícito representan un desafío para las autoridades locales, que buscan restablecer el orden y la seguridad en las comunidades afectadas. La clarificación del liderazgo criminal podría ser crucial para mitigar la violencia y restaurar la estabilidad en la región.
Con información de Caracol y El Tiempo e Infobae