La industria aérea continúa sufriendo embates en todo el mundo, y esta vez la aerolínea estadounidense Spirit, que opera en Colombia, enfrenta una situación crítica que la podría llevar a la bancarrota. La compañía buscaba un salvavidas a través de un acuerdo de fusión con JetBlue, sin embargo, un juez federal de Boston bloqueó la propuesta de venta por 3.800 millones de dólares, sumiendo a Spirit en una incertidumbre económica.

Spirit Airlines, fundada en 1983 y con sede en Florida, ha experimentado dificultades financieras desde antes de la pandemia de COVID-19, pero la crisis global ha exacerbado sus problemas. La compra de tiquetes no se ha recuperado como se esperaba, y varios de sus aviones tuvieron que permanecer en tierra debido a problemas en los motores, aumentando los costos asociados a salarios y gastos sin ingresos significativos.

La aerolínea buscaba una fusión con JetBlue como una estrategia para estabilizar sus finanzas, pero el bloqueo judicial ha dejado a Spirit con una deuda de 1.100 millones de dólares venciendo en 2025. La situación se agrava ya que la compañía no ha registrado ganancias significativas desde antes de la pandemia.

El analista de la industria aérea, Jorge Sáenz, señala que la reestructuración parece ser un camino difícil para Spirit, sugiriendo que la liquidación podría ser la opción más viable. A pesar de que la aerolínea podría buscar un nuevo comprador o inversor, enfrentaría la escrutinio de los reguladores antimonopolio en Estados Unidos.

La crisis financiera de Spirit no es un fenómeno aislado en la industria aérea. Otras aerolíneas en Colombia, como Viva Air y Ultra Air, ya sucumbieron a la inviabilidad financiera, suspendiendo operaciones y liquidándose. En Estados Unidos, todas las aerolíneas enfrentaron desafíos por la pandemia, pero recibieron millones de dólares en asistencia federal para evitar despidos masivos.

Spirit Airlines, con una operación destacada en Colombia, ha suspendido recientemente algunas rutas, como la de Bucaramanga y Fort Lauderdale, debido al mantenimiento de varios aviones, un proceso que se estima durará entre 3 y 6 meses.

Ante el bloqueo del acuerdo con JetBlue, Spirit y la aerolínea compradora presentaron un aviso de apelación ante la Corte de Apelaciones del Primer Circuito de EE.UU., buscando revertir la decisión del juez que bloqueó la fusión. La audiencia para discutir la apelación está programada para junio, dejando a Spirit en vilo mientras busca alternativas para evitar la bancarrota.