A poco más de una semana para que el Congreso reanude sesiones el próximo viernes 16 de febrero, el secretario general del Senado, Gregorio Eljach, denunció una situación preocupante: la falta de un esquema de protección para el desarrollo de sus funciones. Ante esta situación, anunció que se verá obligado a trabajar desde su casa.

En un oficio dirigido al presidente de la corporación, el senador Iván Leonidas Name, Eljach informó que el jefe de su esquema de seguridad sufrió un accidente laboral el pasado 12 de enero y tuvo que ser incapacitado durante tres meses. Además, el segundo al mando de su esquema entró en vacaciones por disposición del mando administrativo de la Policía Nacional el 31 de enero.

#Atención El secretario general del Congreso, Gregorió Eljach se quedó sin esquema de protección. El funcionario denunció que desde el pasado 31 de enero está sin equipo de seguridad y por prevención comenzará a trabajar desde su casa. pic.twitter.com/DFcYoTNLuq

— BluRadio Colombia (@BluRadioCo) February 6, 2024

Desde entonces, el secretario general del Senado se encuentra sin el servicio de seguridad a cargo de la Policía, lo que lo expone a “riesgos serios y ciertos de posibles sucesos indeseables por la delicada misión que cumplo y responsabilidad que implica el ejercicio de mi cargo”, según señaló en su comunicado.

Eljach destacó su alto nivel de exposición pública y alertó sobre la polarización descontrolada e impredecible que se vive en el país, lo que aumenta su vulnerabilidad. Aunque informó de esta situación al oficial de la Policía a cargo de la seguridad del Capitolio, no ha recibido ninguna comunicación oficial por parte de la institución.

Por esta razón, anunció que asumirá la modalidad de trabajo en casa o trabajo remoto para resguardar su integridad física, la seguridad de su familia y la de personas de su entorno, asumiendo que seguirá atendiendo sus competencias como lo ha hecho siempre desde su llegada al Congreso en 2012.

La carta enviada por Eljach no solo fue dirigida al presidente de la corporación, sino también a los demás integrantes de la mesa directiva del Senado, al presidente de la Cámara de Representantes, a los voceros de los partidos políticos, y a las mesas directivas y secretarios de las comisiones constitucionales.

Esta situación plantea un desafío para el Senado y pone de manifiesto la importancia de garantizar la seguridad de quienes desempeñan roles cruciales en las instituciones del país.