En un anuncio oficial, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia (Dane) reveló el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 2023, establecido en 9,28 %. Este dato tiene un impacto directo en el ajuste de diversos servicios, siendo de especial interés el aumento de los arriendos de vivienda urbana.

Según la ley, el incremento máximo permitido para los arriendos en 2024 es del 9,28 %, ya que los arrendamientos para 2024 no pueden subir más del IPC de 2023. Este aumento no se aplica automáticamente en el canon de enero, sino en la fecha de renovación del contrato de alquiler. Es decir, que un arriendo actual de $1.000.000, tras cumplirse el respectivo año del contrato, podrá incrementarse hasta un máximo de $1.092.800.

Es vital para los inquilinos y propietarios comprender que este ajuste afecta al 40,2% de los colombianos que viven en alquiler, así como a los propietarios, en su mayoría, de estratos 1, 2 y 3. Mario Ramírez, presidente de Fedelonjas, destaca que el 85% de las viviendas en alquiler pertenecen a estos estratos, siendo una fuente significativa de ingresos, especialmente para aquellos que dependen de estos alquileres al carecer de pensiones.

El aumento del arriendo está sujeto a ciertas limitaciones; no puede superar el 1 % del valor comercial del inmueble o la parte arrendada del mismo. Además, es importante señalar que este reajuste no aplica para contratos de vivienda firmados antes de 2003 ni para alquileres de inmuebles destinados a uso comercial, como locales, bodegas, consultorios u oficinas, donde el valor y el incremento deben acordarse entre las partes según lo establecido en el contrato de arrendamiento. Este ajuste busca equilibrar los intereses de inquilinos y propietarios en el mercado de alquileres, que anualmente supera los 27,12 billones de pesos.