Ideas clave para mantener una mente joven y dinámica
Por: Elizabeth Montoya
31 diciembre, 2023
El profesor y conferencista argentino Nicolás Alejandro Fernández Miranda ofrece valiosas reflexiones desde la neurociencia sobre la naturaleza de la inteligencia y la capacidad de aprendizaje a lo largo de la vida.
Fernández destaca que el mundo actual es complejo y cambiante, por lo que la comprensión de la inteligencia y la plasticidad cerebral es cada vez más relevante. Citando a David Wechsler, define la inteligencia como la habilidad para procesar información y tomar decisiones efectivas, resaltando la importancia de la adaptabilidad y el aprendizaje continuo a cualquier edad.
Más allá del CI
El experto en Neurociencia aplicada al aprendizaje destaca que tradicionalmente se ha visto la inteligencia como un atributo fijo medible con tests de coeficiente intelectual (CI), pero Nico -como aparece en las redes-, destaca que esto es simplista y no contempla la diversidad de capacidades humanas.
Como lo señala el psicólogo Scott Barry Kaufman, en Scientific American, la inteligencia no es una capacidad unitaria que se manifiesta igual en todos los ámbitos, sino una constelación de habilidades cognitivas. Por ello, propone evaluar aptitudes como la creatividad, razonamiento emocional y habilidades sociales, no sólo el CI.
Fernández menciona que existen distintos tipos de inteligencia más allá de las matemáticas y ciencias, como lo describe la teoría de inteligencias múltiples de Howard Gardner y que la personalidad está asociada al tipo de inteligencia que desarrollamos.
De hecho, Gardner describe 8 tipos de inteligencia de acuerdo a sus capacidades específicas: lingüística, lógica-matemática, visual-espacial, musical-auditiva, corporal-kinestésica, intrapersonal o individual, interpersonal y naturalista.
Fernández destaca que podemos desarrollar habilidades básicas en cada una de ellas con sólo 20 horas de práctica deliberada, no las 10.000 tradicionalmente asumidas, tal y como lo comprobó un experimento de Josh Kaufman.
Plasticidad cerebral, el gran descubrimiento
Para muchos es conocido el popular refrán “Loro viejo no aprende a hablar”. Sin embargo, este gran mito fue derrumbado por lo que Fernández considera el mayor descubrimiento de la neurociencia: la plasticidad cerebral.
El conferencista explica que la plasticidad es la capacidad de nuestro cerebro para fortalecer sus habilidades cognitivas durante toda la vida, por lo que el aprendizaje de por vida es posible y más accesible de lo que pensábamos.
Según un estudio del Hospital General de Massachusetts publicado en PNAS, el entrenamiento de razonamiento relacional aumentó significativamente el CI en adultos sanos, demostrando la plasticidad de esta aptitud incluso en etapa adulta.
Evidencia creciente desde la psicología y neurociencia resalta el potencial para desarrollar y fortalecer diversas aptitudes cognitivas durante toda la vida mediante estimulación, entrenamiento y aprendizaje continuo.
Investigadores de Harvard señalan en The Harvard Gazette la importancia de generar nuevas conexiones neuronales mediante desafíos cognitivos y cambios en rutinas y entornos.
Por ejemplo, la práctica de actividades artísticas y el aprendizaje de idiomas pueden mejorar la función cerebral a cualquier edad, pues la estimulación ambiental genera cambios funcionales y estructurales en el cerebro durante toda la vida. Es decir, nuestro cerebro genera nuevas conexiones neuronales para fortalecer estos procesos cognitivos centrales como atención, memoria y resolución de problemas.
¿Cómo promover la plasticidad de nuestro cerebro?
Investigadores de la UNAM sugieren en la Psychology Today que para promover la neuroplasticidad y fortalecer la inteligencia debemos acercarnos al conocimiento con mente abierta y disposición lúdica, buscando retos moderados, pero progresivos en áreas no dominadas.
Es decir, que con entrenamiento y estilos de vida saludables, podemos mantener una mente joven y dinámica. A continuación resumimos algunos tips mencionados por expertos para fortalecer las habilidades cognitivas:
- Practicar actividades que requieran concentración y atención, como sudokus, crucigramas o memorizar listas. Esto mejora la memoria de trabajo.
- Aprender nuevas habilidades como tocar un instrumento musical, un nuevo idioma o un pasatiempo que requiera destreza motora. Esto promueve la neuroplasticidad.
- Salir de la zona de confort intentando resolver problemas de maneras novedosas. El pensamiento divergente fortalece la creatividad.
- Realizar ejercicio aeróbico moderado como caminatas, esto aumenta el flujo sanguíneo cerebral.
- Dormir lo suficiente y llevar una dieta balanceada, fundamentales para un buen funcionamiento cognitivo.
- Interactuar socialmente compartiendo ideas e intercambiando perspectivas distintas a la propia.
- Someter los sentidos a nuevos estímulos viajando a lugares diferentes, probando comidas novedosas, escuchando nuevos géneros musicales.
- Practicar mindfulness y meditación para reducir el estrés, mejorar la concentración y la memoria.
- Continuar educándose a lo largo de la vida para adquirir nuevos conocimientos y habilidades.
Mantener la mente activa y frente a desafíos moderados pero progresivos es la clave para preservar y mejorar nuestras capacidades cognitivas con el paso del tiempo.