Las disidencias de las FARC han negado categóricamente ser responsables de la reciente masacre en Santander de Quilichao, Cauca, que dejó como víctimas a un profesor, su esposa e hija. La inteligencia militar atribuyó inicialmente el acto a esta facción disidente, pero mediante dos publicaciones en la red social X, los disidentes se desvinculan de los hechos.

En sus comunicados, las disidencias afirmaron que sus propias investigaciones apuntan a que la responsabilidad recae en miembros del ELN, sembrando la duda sobre la posible existencia de operaciones de bandera falsa en curso. “Los lamentables hechos en Santander de Quilichao, Cauca, no son responsabilidad nuestra”, expresaron, llamando la atención sobre la necesidad de una exhaustiva revisión de los acontecimientos.

La respuesta de las disidencias surge después de las declaraciones del Ministro de Defensa, Iván Velásquez, quien, al término de un Consejo de Seguridad convocado por el Presidente este sábado, calificó la situación en el Cauca como “gravísima”. Velásquez atribuyó la masacre al Estado Mayor Central (EMC) de la estructura Dagoberto Ramos, asegurando que las Fuerzas Militares y la Policía cuentan con registros que respaldan esta afirmación.

El presidente Petro ha instruido la captura de los responsables y ha solicitado a la ciudadanía caucana proporcionar cualquier información relevante sobre los perpetradores. Mientras tanto, las disidencias de las FARC instan al Ministro de Defensa a “respetar los acuerdos” y a abstenerse de realizar declaraciones sin fundamentos.

La incertidumbre sobre la autoría de la masacre persiste, generando interrogantes sobre la veracidad de la información de inteligencia militar y la posibilidad de la participación de otras fuerzas insurgentes en la región.