En un lamentable suceso que involucra a dos profesionales de la salud, una anestesióloga se encuentra en el centro de una perturbadora historia de violencia doméstica, tras ser brutalmente atacada por su pareja sentimental, también anestesiólogo, en su propio apartamento. A pesar de haber denunciado los hechos ante la fiscalía, el proceso judicial parece avanzar a paso lento, generando preocupación en torno a la justicia del caso.

Según el relato de la víctima, todo sucedió el pasado mes de septiembre, luego de una reunión entre amigos. El detonante del violento episodio habría sido una simple solicitud: pedirle a su pareja que abandonara el domicilio luego de que éste iniciara una descarga de insultos en su contra. La respuesta del anestesiólogo fue desproporcionada, desatando una cadena de agresiones físicas y verbales que dejaron a la víctima en un estado alarmante.

La anestesióloga describió cómo fue golpeada, estrangulada, arrastrada por el cabello y mordida en el rostro y las manos. A pesar de lograr liberarse en dos ocasiones, las agresiones continuaron con mayor intensidad, llevándola a temer por su vida.

El incidente alcanzó un punto álgido cuando ambos coincidieron en la misma clínica para recibir atención médica. A pesar de la presencia policial en el lugar, no se procedió a la captura de ninguno de los involucrados, e incluso se sugirió no presentar denuncias para evitar procesos legales.

La anestesióloga decidió romper el silencio y denunciar los hechos, sin embargo, el proceso en la fiscalía se ha visto estancado durante meses a pesar de las evidencias presentadas. Este hecho ha levantado críticas sobre la eficiencia del sistema judicial en casos de violencia de género.

En una extraña vuelta de los acontecimientos, el presunto agresor ha confirmado los hechos, pero alega que también fue víctima de agresión por parte de la anestesióloga. Según él, ella lo habría mordido en el labio, ocasionándole lesiones que requirieron cirugía reconstructiva. Los abogados del agresor advierten sobre la falta de garantías de igualdad en el proceso judicial y plantean dudas sobre la imparcialidad del mismo.

Mientras la anestesióloga busca justicia, la lentitud del proceso judicial genera preocupaciones sobre la eficacia de los mecanismos existentes para abordar casos de esta naturaleza.