A una semana de la sorprendente decisión de Juan Ortega, el conocido torero sevillano de 33 años, de cancelar su matrimonio con Carmen Otte, han surgido revelaciones adicionales que arrojan luz sobre los eventos previos y la posible reevaluación del enlace.
El drama comenzó cuando, a escasa hora y media de la boda programada para el 2 de diciembre en Jerez de la Frontera, Ortega tomó la decisión inesperada de no seguir adelante con la ceremonia. El torero expresó sus dudas respecto al matrimonio y llamó a Otte para comunicarle que no se llevaría a cabo la ceremonia, lo que desencadenó una serie de acontecimientos públicos y una intensa atención de los medios, pero sobre todo dejó perplejos a los más de 500 invitados que esperaban presenciar el evento en una iglesia local.
Recientes informes señalan que antes del anuncio, Ortega fue visto visiblemente afectado en una iglesia de Malasaña, Madrid, en los días previos al evento. Fuentes sugieren que una conversación con el sacerdote Josep María Quintana fue el catalizador para que el torero comunicara su cambio de parecer a Otte.
Según allegados, Ortega, a pesar de reconocer que su comportamiento fue inapropiado, mencionó que la relación llevaba tiempo atravesando dificultades. Sin embargo, no expresó públicamente las razones detrás de su abrupta decisión y después de una semana llena de especulaciones y titulares, Juan Ortega y Carmen Otte han decidido reconciliarse, según confirman fuentes cercanas a la pareja.
El torero y la cardióloga han tenido conversaciones intensas y, finalmente, han optado por darle una segunda oportunidad a su relación de 10 años.