Según las normas vigentes, el incremento en los precios de los arrendamientos debe regirse por el dato de inflación del año previo. Tomando como referencia la previsión del 9,7% que maneja el Gobierno para 2023, los alquileres en el país podrían aumentar en una proporción similar.

Así, un arriendo de $2 millones mensuales podría situarse en $2,2 millones desde 2024, mientras que uno de $1,5 millones ascendería a $1,6 millones, aproximadamente. Esto supondría un impacto considerable en el presupuesto de muchas familias colombianas.

Si bien la normativa permite ajustes incluso mayores, siguiendo indicadores como el salario mínimo, las autoridades han recomendado a propietarios e inquilinos pactar incrementos moderados, en línea con la inflación, para no generar más presión sobre los precios ni caer en impagos.

Incluso sugieren escalonar la subida, aplicando una parte en el primer semestre y el resto en la segunda mitad del año, para aliviar la carga sobre los hogares. Habrá que estar atentos a la cifra de inflación 2023 que se confirme más adelante y a cómo se implementan finalmente estas recomendaciones.