La dramática historia de María Paula Pizarro, la víctima del reconocido cirujano Antonio Figueredo

Por: Elizabeth Montoya

28 noviembre, 2023

La médico María Paula Pizarro, de 29 años, ha decidido romper el silencio sobre las trágicas agresiones que sufrió hace dos años por parte de su expareja, Antonio Figueredo, un reconocido médico de Santander. Los hechos ocurrieron el 13 de noviembre de 2021 y resultaron en el desprendimiento del tímpano de Pizarro, así como hematomas en su rostro, mentón, ojos y la fractura de tres carillas de dientes.

La relación entre Pizarro y Figueredo comenzó en marzo del mismo año, cuando empezó a laborar en la unidad de cuidados intensivos del HIC. En abril, se empezaron a involucrar por las invitaciones a salir de Figueredo y, posteriormente, se acercaron aún más con la enfermedad del abuelo de la víctima. Sin embargo, cuando la relación pasó de profesional a personal, la mantuvieron en la clandestinidad, ya que Figueredo era amigo cercano del padre de María Paula, además de ser su jefe directo y tener al menos 20 años más que ella.

“La vida de mi abuelo dependía de una cirugía de corazón, esa fue la puerta para una violencia física, verbal y de todas las maneras posibles. Antonio me atendía, me llevaba cosas, me daba regalos, cumplí años, me regalaba cosas, yo estaba frágil porque en julio murió mi abuelo, él me decía que mi abuelo me lo había enviado para salvarme”, dijo María Paula.

Pero la relación amorosa pasó a ser tumultuosa. La primera agresión ocurrió en agosto de ese año. “Me decía vulgaridades, fueron muchas groserías, luego de una discusión me pegó en el ojo, brazo izquierdo, en el pecho y me escupió. Fue la primera golpiza”, contó Pizarro.

Le dio segundas y terceras oportunidades

Con la primera golpiza decidió terminar con él. “Le dije que eso no podía seguir. Me fui para Bogotá a presentar un examen para anestesiología. Antonio me seguía hablando, lo bloquee, me hablaba por el celular de su hijo, me decía que nos viéramos, yo le decía que no. En septiembre caí, estaba enamorada, él me decía que no iba a volver a pasar”, relató.

No obstante, señala que la obsesión de Figueredo se incrementó, pues no solo insistía en que tuvieran una hija, sino que la llamaba frecuentemente para saber con quién estaba. A finales de septiembre, en la fiesta de cumpleaños del papá de María Paula -a la cual también asistió Figueredo- le reclamó hasta por hablar con sus amigos.

Pizarro se fue de viaje con su familia en octubre y aparte de acosarla por teléfono, le llegó a escribir de un perfil falso de Instagram. Al volver, Figueredo perdió el control por segunda vez por unas fotos que había publicado en vestido de baño. “Estaba rojo, me rompió la camisa, me haló del brazo, me pegó otra vez, yo dije, ‘ya no más, no puedo estar contigo’”, dijo.

El 13 de noviembre del 2021, la pareja salió a celebrar la promoción de puesto del médico cirujano. Pese a que tuvieron varias discusiones en medio de la rumba, finalmente se fueron a un motel. Sin embargo, mientras la joven dormía, Figueredo le habría revisado el celular y se había reenviado las conversaciones de ella con sus compañeros de trabajo. Cuando ella despertó, comenzó la tragedia.

“Me coge del pelo, me bota la cama con toda su fuerza, me sigue pegando, caí en el piso, me pega un puño en el mentón, me paro, y me pega patadas en la parte de los pulmones, yo ya no tenía fuerzas. Este señor estaba tan excitado, que luego tuvo intimidad conmigo sin mi consentimiento. Le forcejeé, lo empujé, le dije que cómo era capaz de hacerme eso”, relató Pizarro.

“Pensé que me iba a matar”

Tras la golpiza, se montaron en el carro y en medio de una discusión, la llamó la mamá de ella y alcanzó a decirle que Antonio Figueredo la había golpeado. La reacción de este por “delatarlo” fue darle otro puñetazo que le fracturó los dientes.

“Antonio paró el carro, se volteó y me miró, me dijo que cómo era capaz de defraudarlo, de contarle a la gente, en ese momento, me pegó un puño, me intentó quitar el celular para perder toda evidencia, ahí me fracturó los tres dientes”, dijo Pizarro, destacando el médico que le intentaba dañar la reputación por contarle a la mamá.

“Me decía: no sé qué voy a hacer con usted, no sé qué voy a hacer con usted. Yo pensé que me iba a matar”, afirmó la joven médico, quien logró volver con su familia para finalmente, al siguiente día -14 de noviembre de 2021-, poner la denuncia respectiva.

“Yo estaba enamorada, me sentía mal. El psicólogo me dijo, esto les pasa a todas las mujeres que sufren de esta violencia intrafamiliar, simplemente los hombres las manipulan, las amenazan, las intimidan”, señala María Paula quien aseguró que Figueredo insistió en perseguirla después, proponiéndole incluso que se fueran para Cúcuta, pero la joven se negó y siguió con el proceso penal con Fiscalía.

Recientemente incluso se reveló que Figueredo intentó que María Paula cambiara su versión y le envió mensajes intimidantes para lograrlo. La defensa de Figueredo también ha intentado desacreditar a Pizarro. Primero señaló que él nunca la golpeó, sino que la joven se cayó en el motel y se golpeó con el orillo de la cama. Además, aseguró que María Paula tenía problemas psicológicos y que la denuncia inicial no mencionaba violencia intrafamiliar, queriendo hacer ver que no tuvo una relación de pareja con María Paula, sino encuentros sexuales en tan solo 10 ocasiones.

​Las fotos de los encuentros sociales, chats y vida en pareja fue mostrada por la defensa de Pizarro en las audiencias para demostrar que la relación no era casual y solo en moteles.

En diciembre de ese año, un juez de Bucaramanga consideró que Figueredo no era un peligro para la sociedad y le concedió prisión domiciliaria y actualmente debe estar con un brazalete. Pero este año, otro juez decidió acusarlo penalmente “de acceso carnal violento y violencia intrafamiliar agravada” contra su expareja, por lo que podría pasar “entre 12 y 15 años de prisión efectiva”.

Otras mujeres agredidas

Apenas María Paula Pizarro denunció, aparecieron al menos 15 víctimas más de supuestas agresiones físicas del médico bumangués.

Uno de ellos fue el de otra médica, Erika Plata, con quien habría sostenido una relación en el 2013 y también tuvo conductas celópatas hasta el día que la agredió en su apartamento, en Bogotá.

“El ingresó, me empujó la puerta, le die que se fuera, ahí comenzó a golpearme, me botó al piso, me arañó, me bajaba los pantalones, la ropa interior, y le pegué y me encerré en mi habitación”, contó Plata, quien dijo que pese a denunciarlo en Fiscalía, la investigación no avanzó.

En el 2015, también se habría dado otra denuncia de agresión física con otra mujer: fue golpeada, halada en su cabello, le rompió uno de sus dientes y recibió un sin número de insultos.