Con un contundente 55% de los votos, el candidato liberal Javier Milei resultó electo como presidente de Argentina, venciendo a Sergio Massa (44%) en unos reñidos comicios que podrían marcar un punto de inflexión en la historia política del país.

Milei asumirá el mandato en momentos en que la nación conocida por el tango enfrenta una de sus peores crisis, con una inflación desbordada de un 140% y un aumento del hambre y la pobreza que podría alcanzar al 70% de la población.

Ante este sombrío panorama, el presidente entrante tiene el desafío de estabilizar la economía impulsando reformas estructurales de choque.

Una de sus propuestas insignias es una reforma tributaria para reducir hasta en un 90% los impuestos que según Milei representan un lastre para la actividad productiva y comercial del país sudamericano.

Pymes argentinas colapsan

Las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) argentinas enfrentan el embate de un complejo entramado de 57 gravámenes impositivos que atentan contra su competitividad y sustento, alertó un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).

El estudio, que radiografía la situación del sector, reveló que una empresa debe tributar 16 impuestos nacionales, 9 provinciales y 8 municipales, entre regímenes generales y especiales.

Este abultado inventario varía por zona geográfica, pero siempre representa una tortuosa carga para las mipymes, principal motor de la economía local.

Incentivo a la informalidad

Según expertos, este exceso de obligaciones tributarias desincentiva la formalización y fomenta la evasión fiscal. Además, erosiona la capacidad financiera de las empresas para reinventarse e innovar.

“Pagamos más impuestos que ganancias netas. Así es imposible crecer”, señaló Pedro Gómez, presidente de la Cámara de la Pequeña Industria local.

Los emprendedores ven en la propuesta de recorte impositivo del nuevo gobierno una tabla de salvación. No obstante, subsisten dudas sobre la viabilidad de una reforma tan drástica que afectaría al fisco.