En un viraje a la búsqueda de la paz en Colombia, Danilo Rueda deja su cargo como comisionado de Paz, según anunció el presidente Gustavo Petro este miércoles. El mandatario expresó su agradecimiento por el “inmenso esfuerzo” de Rueda, marcando así el fin de su gestión al frente de los procesos hacia la paz en el país.

Los procesos hacia la paz del país serán dirigidos por Otty Patiño, agradezco a Danilo todo su inmenso esfuerzo.

— Gustavo Petro (@petrogustavo) November 22, 2023

Rueda, quien asumió el cargo el 7 de agosto, lideró importantes mesas de diálogo socio-jurídico en lugares estratégicos como Buenaventura, Quibdó y Medellín. Su experiencia en conversaciones de paz y habilidades para establecer relaciones estratégicas lo convirtieron en la elección de Petro para negociar con grupos armados y llevar a cabo procesos de sometimiento a la justicia.

Sin embargo, su gestión ha enfrentado críticas, particularmente por la suspensión de los cese al fuego bilateral con el Clan del Golfo, el ELN y las disidencias de las Farc lideradas por ‘Iván Mordisco’. Este contexto ha llevado a una reevaluación en la conducción de los procesos de paz.

En reemplazo de Rueda, el presidente Petro ha designado a Otty Patiño, quien entra en escena con una historia única en la búsqueda de la paz. Patiño, antiguo compañero y superior de Petro en tiempos de guerrillero, asume el liderazgo de la Comisión de Paz tras dedicar gran parte de su vida a estudios y negociaciones en pro de la pacificación.

Retos

Con la salida de Danilo Rueda y la entrada de Otty Patiño como nuevo alto comisionado para la Paz, se vislumbra un cambio estratégico en los procesos de negociación de paz en Colombia.

El estado actual de las principales negociaciones revela un panorama complejo: algunos procesos se encuentran en pausa, otros atraviesan crisis, y algunos avanzan a un ritmo moderado. Las mesas de diálogo formales con el ELN y el Estado Mayor Central (disidencia de Iván Mordisco) son los más avanzados, pero recientemente han enfrentado dificultades significativas.

Los acercamientos con el Clan del Golfo (AGC) y la Segunda Marquetalia (disidencia comandada por Iván Márquez) parecen estar congelados desde hace meses. Además, el diálogo con las Autodefensas Conquistadoras de las Sierra Nevada y las bandas en Medellín, Quibdó y Buenaventura se estancan ante la ausencia de un marco jurídico adecuado para las conversaciones.

María Victoria Llorente, directora de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), destaca la oportunidad que representa la salida de Rueda para insuflar un nuevo aire al proceso. Llorente afirma que Otty Patiño, con posturas más sólidas, especialmente en las conversaciones con el ELN, podría ser clave para superar los problemas que afectaban al proceso.

Danilo Rueda, quien estuvo a punto de cumplir 18 meses como alto comisionado, llevó sobre sus hombros la ambiciosa tarea de negociar simultáneamente con diversos grupos armados ilegales. Aunque la idea de la Paz Total generó expectativas, los desafíos para avanzar con tantos grupos al mismo tiempo han sido evidentes.

Francisco Daza, coordinador de la línea de Paz y Posconflicto de la Fundación Paz y Reconciliación, reconoce los avances presentados por Rueda pero plantea incertidumbres sobre el camino que tomará Patiño. Daza destaca que Patiño debe reencauzar la política de Paz Total, asegurando avances en los diálogos con el ELN y el Estado Mayor Central, así como revitalizando los procesos de paz urbana en diversas zonas del país.