Esterilizar, matar y trasladar son los tres elementos del plan anunciado este jueves 2 de noviembre por el Ministerio de Ambiente para el control de los hipopótamos como especie invasora en región del Magdalena Medio, una “herencia” del zoológico personal de Pablo Escobar en la Hacienda Nápoles.

La primera fase, la de la esterilización quirúrgica, iniciará con un primer procedimiento la próxima semana y tendrá una inversión total de 808 millones de pesos, ya que, de acuerdo a lo expresado la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, dada la complejidad y costos del procedimiento, solo se aplicará a 20 de los 166 especímenes que existen actualmente -con un costo de 40 millones de pesos por animal-.

El procedimiento será realizado por veterinarios de la Corporación Autónoma del Río Negro y Nare (Cornare), aunque el Ministerio estará recibiendo propuestas de esterilización quirúrgica por parte de las ONG hasta el próximo 30 de noviembre (a través del correo [email protected]) para extender la aplicación a otros especímenes.

Hasta ahora, en el país solo se han realizado 11 esterilizaciones de este tipo, por su costo, pero también por el riesgo para los profesionales y el cuidado que requieren los animales posteriormente. Igualmente, la otra opción de trasladar los hipopótamos a países como México, Filipinas o la India -los que hasta ahora han mostrado interés en recibir ejemplares-, no es tampoco un procedimiento sencillo.

Según la ministra Muhamad, todavía están en trámite los permisos y el procedimiento en sí es muy riguroso e igualmente peligroso y costoso, por lo cual inicialmente solo exportarían 5 ejemplares a México para aprender a realizar la reubicación.

En el caso de la tercera fase, que el Ministerio denominó como “eutanasia ética”, aunque la ministra no detalló la cantidad de animales a ser intervenidos, sería la “necesaria” para control la especie y evitar que los núcleos de hipopótamos se expandan más allá de las 48,000 hectáreas en las que actualmente habitan.

El plan de control de hipopótamos está previsto para 20 años, pero el objetivo es acortar este período debido a los impactos continuos que generan en el ecosistema del Magdalena Medio.

Sin depredador natural

De las dos parejas que trajo el narcotraficante en los años 80, su reproducción en los últimos años ha llegado a una cifra récord de 166 ejemplares y el Ministerio de Ambiente calcula que de no controlarlos, para el 2035 podrían superar el millar, dadas las condiciones privilegiadas de la cuenca media del río Magdalena, con abundante agua incluso en la temporada de sequía, extensos pastizales para sus requerimientos alimentarios (35 kilos de hierba diarios) y de movilidad.

Así mismo, no tienen ningún otro mecanismo regulador porque no tienen un depredador natural, ya que especies de la zona como el caimán aguja o el jaguar no muestran interés en cazarlos.

Además del impacto en la biodiversidad local de una cuenca tan importante como la del río Magdalena, este animal, sumamente territorial, es considerado uno de los animales más peligrosos y agresivos, ya que no duda en embestir con todo su peso, fuertes mandíbulas y largos colmillos ante una posible amenaza.

De hecho, el hipopótamo entró en la lista  de especies invasoras luego del accidente que causó un ejemplar de estos en carreteras del departamento de Antioquia -que justamente murió y estaba esterilizado-.

 

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