El abuelo de los niños desaparecidos en la selva del Guaviare, Fidencio Valencia, ha expresado su preocupación por el misterioso paradero de los cuatro hermanitos. En una entrevista con Mañanas Blu, Valencia mencionó que algo inexplicable pareciera estar ocurriendo con los menores.

“Los perros regresan con la nariz tapada”, afirmó Valencia, destacando que los animales de búsqueda no logran encontrar a los niños. Además, añadió que los pequeños no podrían caminar tan rápido por la densa selva del Guaviare.

Los hermanos, junto con su madre y otras dos personas, estaban a bordo de una avioneta que sufrió un accidente. Los cuerpos sin vida de los demás ocupantes fueron encontrados y llevados a San José del Guaviare, pero los niños siguen desaparecidos 19 días después.

Fidencio Valencia hizo un llamado desesperado para recibir apoyo en la búsqueda de los menores. “Solo quiero que encuentren a los niños vivos, no importa quién lo logre”, expresó. Tanto los indígenas de la región, que participan activamente en las labores de búsqueda, como las Fuerzas Militares involucradas en la denominada Operación Esperanza, son bienvenidos en esta tarea crucial.

El abuelo resaltó la valentía de su nieta Lesly, de 13 años, quien aparentemente está liderando a sus hermanos a través de la selva. Sin embargo, Valencia mencionó que algo extraño y misterioso los estaría guiando a una velocidad sorprendente. Ante la pregunta sobre quién o qué podría estar ayudando a los niños en este momento, respondió enigmáticamente que “es algo de esa región”.

“Esa zona tiene misterio, es un misterio”, afirmó. “Los niños ya no son guiados solo por la niña, debe haber alguien más, pero no es un indígena ni nadie. Es algo propio de esa región. Por eso, pido que los indígenas de la zona, con su conocimiento tradicional, nos brinden su ayuda si conocen de algún espíritu o idioma relacionado”, agregó Valencia en Blu Radio.

En relación a las últimas huellas de pies humanos encontradas en algunos arroyos de la zona explorada, el abuelo reiteró que los niños “no pueden caminar tan rápido” debido a su falta de conocimiento de la selva. Además, mencionó que resulta muy extraño que estén dejando objetos como ropa, el biberón del bebé, tijeras y otros elementos a su paso.

“Lesly ama mucho a sus hermanitos y es muy cariñosa. Tal vez salieron del avión para hacer lo que pudieran, con hambre, con sed. ¿Qué más podrían haber hecho?”, reflexionó Valencia sobre la valentía de su nieta de 13 años. Según sus declaraciones, Lesly estaría guiando a sus hermanos con la ayuda de “algo” para intentar salir de la espesa selva.

La incertidumbre y el misterio rodean el paradero de estos cuatro niños, mientras la comunidad local y las autoridades continúan su incansable búsqueda en la esperanza de encontrarlos con vida y resolver los enigmas que rodean su desaparición en el Guaviare.