El economista Santiago Peña ha sido elegido presidente de Paraguay con el 42% de los votos, según la autoridad electoral. Peña deberá reemplazar al presidente saliente, Mario Abdo Benítez, a partir del 15 de agosto y gobernará por un período de cinco años.

Peña se impuso en las elecciones frente a Efraín Alegre, apoyado por una coalición de centro-izquierda, quien obtuvo el 27% de los votos. En tercer lugar quedó Paraguayo Cubas, un exlegislador derechista antisistema, con el 22%. La participación en los comicios fue del 63%.

Es importante destacar que el Partido Colorado ha gobernado Paraguay durante la mayor parte de las últimas siete décadas, en dictadura y en democracia, con una sola interrupción durante el gobierno del izquierdista Fernando Lugo (2008-12).

En sus primeras palabras tras conocerse los resultados, Peña agradeció al exmandatario Horacio Cartes, sancionado por Estados Unidos como “significativamente corrupto”, quien fue su padrino político. Alegre, por su parte, reconoció su derrota y señaló que la ciudadanía les ha indicado que “unidos, somos mayoría”.

Con esta victoria, Peña se convierte en el nuevo líder del país sudamericano y tendrá la tarea de dirigir una nación que enfrenta importantes desafíos económicos y sociales.

Peña ha propuesto crear 500.000 empleos. “Desde mañana (lunes) empezaremos a diseñar el Paraguay que todos queremos, sin groseras desigualdades ni injustas asimetrías sociales. Tenemos mucho por hacer”, dijo el economista en su discurso de triunfo.

Para el analista económico Rubén Ramírez, el gobierno de Peña le resultará “cómodo” a los inversionistas, que valoran la estabilidad económica de Paraguay.

“Es joven, fue miembro del Consejo del Banco Central, fue ministro de Hacienda, exfuncionario del Fondo Monetario Internacional, y conoce los códigos del desenvolvimiento de un país de cara al mundo exterior en materia económica”, dijo.