El expresidente Donald Trump ha arremetido contra el fiscal de Nueva York, Alvin Bragg, después de que se le presentaran cargos penales por falsificación de registros comerciales en relación con pagos realizados a dos mujeres antes de las elecciones estadounidenses de 2016. En un discurso pronunciado en Mar-a-Lago, Trump declaró que fue víctima de interferencia electoral y se declaró no culpable de los 34 delitos graves que se le imputan.

Trump acusó a Bragg de actuar en su contra sin saber nada de él, y también arremetió contra el juez del caso, Juan Merchan, al que calificó como “un juez que odia a Trump”. Además, repasó las distintas causas judiciales en su contra, incluyendo el manejo de documentos clasificados y el caso de injerencia electoral en Georgia.

El expresidente también criticó al fiscal Jack Smith, que lidera el caso de los documentos, a quien llamó “un lunático abogado especial”. Estos aprietos legales están afectando a Trump en un momento en el que está buscando obtener la nominación presidencial del Partido Republicano en 2024.

En su discurso, Trump también afirmó que hay una interferencia electoral masiva a una escala nunca vista, lo que sugiere que su proceso judicial está siendo influenciado políticamente.

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