Australia se une a la lista de países que prohíben la popular aplicación de redes sociales TikTok en dispositivos gubernamentales por razones de seguridad. Según el fiscal general Mark Dreyfus, la decisión se basa en el consejo de las agencias de inteligencia del país y se aplicará “tan pronto como sea viable”. Se aprobarán algunas excepciones “caso por caso”, pero con medidas para mitigar los riesgos de seguridad.

La aplicación, propiedad del grupo chino ByteDance, ha sido objeto de controversia debido a los temores de que pueda recopilar datos que luego se compartan con las autoridades chinas. Expertos en ciberseguridad han advertido sobre estos riesgos, y otros países como Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido, Francia, Países Bajos y la Comisión Europea ya han tomado medidas similares.

TikTok ha criticado estas prohibiciones y las ha calificado de “xenofobia”, aunque en diciembre del año pasado reconoció que había recopilado datos de usuarios para espiar a periodistas. Su portavoz en Australia, Lee Hunter, aseguró que la empresa “nunca” ha entregado datos al gobierno chino y que trabajan arduamente para garantizar que esto nunca sea una posibilidad.

La aplicación cuenta con más de mil millones de usuarios, incluyendo hasta siete millones en Australia, lo que representa una cuarta parte de la población. Sin embargo, el departamento del fiscal general australiano considera que TikTok plantea “riesgos significativos de seguridad y privacidad” debido a su recopilación extensiva de datos de los usuarios.

El gobierno australiano también ha anunciado previamente que prescindirá de cientos de cámaras de seguridad producidas en China de las oficinas de políticos debido a preocupaciones de seguridad. Los temores se basan en una ley china de 2017 que obliga a las empresas locales a entregar a las autoridades datos personales relacionados con la seguridad nacional.