La Embajada de Estados Unidos en Colombia ha sido objeto de engaños por parte de una banda criminal dedicada a falsificar documentos para solicitar visas americanas. La red delictiva fue desmantelada en la tarde del viernes 10 de marzo en Manití, Atlántico, en la costa norte del país, gracias a un operativo policial que incautó 200 documentos para tramitar visas, 36 pasaportes, 33 sellos migratorios, 16 cédulas, siete tarjetas de crédito, cinco tarjetas profesionales de abogados, cinco celulares, discos duros, entre otros.

Según la revista Semana, las autoridades comenzaron a sospechar cuando descubrieron que en esta región del país, era muy común que a sus habitantes les aprobaran la visa, lo que no era normal ya que es un trámite que puede ser difícil, largo y en ocasiones engorroso, pues requiere la presentación de diferentes documentos y una larga espera para obtener la cita con la Embajada. Al revisar más a fondo la situación, se dieron cuenta de que una banda criminal estaba detrás de la buena suerte de los habitantes de Manití.

La banda fue desarticulada después de que una mujer de este municipio llegara a la Embajada Americana con una carpeta llena de documentos, diplomas y certificaciones laborales que no concordaban con su perfil ni con sus respuestas. Los documentos señalaban que la mujer tenía una economía muy estable, un nivel educativo muy alto y además tenía un pasaporte muy robusto, que indicaba que era viajera frecuente. Sin embargo, cuando la policía revisó más a fondo el caso por notificación del servicio de Seguridad Diplomático de la Embajada de los Estados Unidos, se dieron cuenta de que la mayoría de los certificados eran falsos.

Las autoridades señalaron que la persona encargada de engañar a los ciudadanos cobraba entre 8 y 10 millones de pesos por la diligencia, y que la banda había inflado los perfiles de cerca de 30 ciudadanos que presentaron documentación falsa ante la Embajada.

La general Olga Salazar, directora de la Dijín, afirmó que la captura de los delincuentes permitió obtener suficiente material probatorio para desarticular esta organización delincuencial que afectaba de manera directa los derechos fundamentales de los migrantes. Este tipo de bandas criminales son peligrosas porque ponen en riesgo la seguridad nacional, y es por ello que las autoridades deben permanecer alertas para desmantelarlas y garantizar el cumplimiento de la ley.