El fútbol, considerado por muchos como el deporte más popular del mundo, ha visto a varios de sus jugadores más reconocidos acusados de violación. Desafortunadamente, este tipo de situaciones parece estar en aumento entre las principales estrellas de este deporte.

El último en ser inculpado es Achraf Hakimi, jugador marroquí del París Saint-Germain, quien fue acusado de violación por una mujer de 24 años en su domicilio en Boulogne-Billancourt, en las afueras al oeste de París. Hakimi fue inculpado por un juez de instrucción y puesto bajo control judicial tras comparecer ante los investigadores de la Seguridad Territorial de Hautes-de-Seine. El control judicial impide al jugador ponerse en contacto con la joven, pero está autorizado a abandonar territorio francés.

Este caso se suma a otros escándalos de futbolistas acusados de abuso sexual. Dani Alves, considerado el futbolista más ganador de la historia, se encuentra en prisión preventiva después de ser denunciado por una mujer de cometer el delito de abuso sexual en Barcelona en diciembre del año pasado. Jugadores como Cristiano Ronaldo y Neymar, dos de las mayores estrellas del fútbol, también han sido acusados por presunto abuso sexual por parte de mujeres en Europa.

CR7 tuvo una denuncia a su nombre en 2009, cuando una joven norteamericana afirmó que el portugués la había violado en Las Vegas. Sin embargo, esta investigación fue archivada y un año después se conoció que la mujer recibió cerca de 375 mil dólares por confidencialidad del caso. Neymar también recibió una denuncia en 2019 por parte de una modelo brasileña, quien afirmó haber sido abusada en París, pero las autoridades también archivaron esta investigación.

Por último, el exjugador brasileño Robinho fue condenado a nueve años de prisión por participar en una violación grupal a una joven de 23 años en 2013. El gobierno italiano solicitó su extradición, pero Brasil prohíbe la extradición de sus ciudadanos.

Es importante destacar que estas acusaciones son muy serias y deben ser tratadas con la mayor responsabilidad posible. Las autoridades competentes deben asegurarse de llevar a cabo investigaciones exhaustivas e imparciales para determinar la verdad y tomar las medidas necesarias.